Transportes y Turismo

Transportes lanza el proceso para competir contra Renfe en Galicia, Asturias, Cantabria y Andalucía

Trenes de Renfe e Iryo en Sevilla-Santa Justa. / V.E.

Víctor de Elena

Tras meses de parálisis e incertidumbre, el Ministerio de Transportes ha reactivado el proceso para dar entrada a nuevas empresas ferroviarias en varias rutas que unen Madrid con destinos del norte y sur de España y que hasta ahora sigue operando Renfe en monopolio. Lo hace apenas unos días después de que las operadoras ferroviarias exigieran un calendario detallado para conocer los plazos y requisitos para participar en la llamada 'segunda liberalización' de la red de alta velocidad.

Según ha revelado El País, el Gobierno tiene previsto abrir a la competencia las rutas que unen Madrid con Galicia, Asturias, Cantabria y, al menos, dos nuevas ciudades andaluzas: Cádiz y Huelva. Con ello, la operadora pública Renfe, bajo el paraguas de Transportes, dejará de ser la única que preste servicio en hasta 10 provincias donde hoy es la única opción: A Coruña, Pontevedra, Ourense, Zamora, Palencia, León, Asturias, Cantabria, Cádiz y Huelva.

Tal y como apunta este medio, el proceso será similar al de la primera fase y las compañías interesadas deberán concurrir a un concurso de capacidad donde oferten sus capacidades técnicas y operativas. Tras su análisis, el gestor de la red, Adif, refrendará con cada uno de ellos un acuerdo marco que les otorgará determinados surcos durante un largo período, que en el caso de la primera fase fue de 10 años. Con ello, podrán poner trenes a nuevos destinos como Santiago de Compostela, Vigo, Oviedo, Gijón o Santander.

Necesidad de comprar trenes

Pero hasta llegar a ese punto, las compañías interesadas tendrán que adquirir nuevos trenes, ya que todos esos tramos de la red cuentan con un ancho de vía distinto, el ancho ibérico presente en toda la red convencional, frente al ancho estándar que sólo está presente en los ejes troncales de la red de alta velocidad.

Esto es, precisamente, uno de los factores que ya están disipando el interés de los nuevos operadores, ya que la tecnología que permite salvar esta barrera física es casi exclusiva de Talgo. El fabricante español, inmerso en un polémico proceso de cambio de accionariado, tiene sus fábricas llenas y no cuenta con capacidad para ampliar su producción, un problema que ya está afectando a la propia Renfe, que está recibiendo tarde los pedidos de nuevos trenes de alta velocidad de las series 106 y 107.

También la vasca CAF o la china CRRC cuentan con sistemas capaces de salvar el diferente ancho de vía, pero la compañía española no lo implantó en trenes de muy alta velocidad (sólo está disponible para trenes de hasta 250 kilómetros por hora) y la asiática no ha logrado colocar aún sus trenes en el mercado europeo. Estos factores parecen extender los plazos para que los futuros operadores puedan arrancar sus operaciones hasta un horizonte próximo al año 2030, dados los largos plazos de entrega de trenes de la industria.

Alsa y Ouigo, interesados

Por el momento, las compañías que han formalizado su interés por este proceso son Renfe, que tratará de conservar su cuota de mercado; y el consorcio formado por la empresa de autobuses Alsa y la empresa andaluza Eco Rail, propiedad del grupo Magtel y que dirige el expresidente de Renfe, Julio Gómez Pomar. Esta compañía ya tenía en su hoja de ruta pujar por las rutas a Galicia, Asturias y el oeste de Andalucía, a lo que ahora podría sumar Cantabria, región donde Alsa ya cuenta con una amplia presencia de autobuses.

Ouigo, filial de la operadora estatal gala SNCF, confirmó el pasado jueves, en un foro organizado por elEconomista.es, que están buscando financiación para participar en esta fase, aunque para ello reclamó "despejar muchas dudas" sobre el proceso. Esa misma incertidumbre la mostró el CEO de Iryo, Simone Gorini, cuya compañía es ya la segunda por número de pasajeros y frecuencias y está participada por Trenitalia, Globalvía y Air Nostrum.

Adif, que ya lanzó una consulta previa a los operadores para tantear el pulso del sector, habría previsto publicar las condiciones del proceso, los plazos y los surcos disponibles en las distintas líneas durante el primer trimestre de 2025, según el señalado medio. A partir de entonces empezará el análisis de las ofertas de cada uno de los interesados, con la idea de que la adjudicación se produzca a finales de 2026.