Uno de los pueblos más impresionante de Asturias que cuenta con un faro de 150 años en el que puedes pasar la noche

El principio del otoño en España es uno de los mejores momentos para hacer un viaje express o disfrutar de una escapada de fin de semana. Las temperaturas empiezan a ser más suaves y no hay tanta aglomeración de gente como en verano. Son muchas las opciones que hay para los amantes de la naturaleza y de un turismo más tranquilo. Cudillero es una de las opciones más prometedoras en las que hasta se puede dormir en un antiguo faro acondicionado ahora como un hotel.

Esta villa es uno de los lugares más emblemáticos y pintorescos de Asturias, situado a orillas del mar Cantábrico. Es famoso por la disposición de sus casas de colores, que parecen colgar de las colinas que rodean la bahía. La arquitectura escalonada y sus callejuelas laberínticas le dan una atmósfera única, casi como un anfiteatro natural que mira hacia el puerto. La imagen del pueblo, con sus tejados rojos contrastando con el azul del mar, es una de las postales más famosas de Asturias.

Su encanto reside en la sencillez de su paisaje y su autenticidad como pueblo pesquero. Al pasear por sus calles empinadas se puede apreciar un ambiente tradicional con casas decoradas con flores, balcones de madera y pequeñas plazas escondidas.

Un punto destacado es su puerto, que sigue siendo el centro de la actividad local. Desde aquí, se pueden observar las pequeñas embarcaciones pesqueras entrando y saliendo, y disfrutar de la vida cotidiana de los "pixuetos", como se llama a su habitantes. A lo largo del puerto, se alinean varios restaurantes y terrazas donde degustar especialidades locales como el pescado a la plancha, el pulpo o las calderetas de marisco, platos que llegan frescos del mar.

Otra visita obligada es la Plaza de la Marina, corazón social del pueblo y lugar perfecto para detenerse a descansar en alguna de sus terrazas. Desde la plaza parten varias escaleras que suben hacia los barrios altos, como El Contorno, desde donde se tienen las mejores vistas panorámicas de Cudillero y la costa.

El Faro de Cudillero, situado en la punta más occidental del puerto, un puntos emblemáticos del lugar. Este faro, que lleva siglos guiando a los marineros a través de las aguas del Cantábrico, ha sido renovado para convertirse en un hotel boutique, fusionando la historia náutica con una experiencia exclusiva. Cuenta con dos suites de dos personas cada una en las que se puede vivir la experiencia de ser farero por un día.

Fue construido en 1858 y su torre blanca y su edificio anexo se alzan sobre los acantilados de Punta Roballera, ofreciendo unas vistas panorámicas espectaculares del mar y la costa de Asturias.

El entorno natural que rodea a Cudillero

En los alrededores también hay rincones naturales que merecen ser explorados. La Playa del Silencio, a unos kilómetros al oeste, es una de las más hermosas de la costa asturiana. Su nombre lo dice todo: un lugar tranquilo, rodeado de acantilados y con aguas cristalinas. Otro atractivo cercano es el Cabo Vidio, con un faro que ofrece vistas espectaculares del litoral asturiano.

La iglesia de San Pedro y la capilla del Humilladero son pequeñas joyas arquitectónicas que reflejan la tradición religiosa del pueblo. Además, el Palacio de los Selgas, también conocido como el "Versalles asturiano", es un palacete que alberga una impresionante colección de arte y está rodeado de jardines de estilo francés, situado a poca distancia de Cudillero.

Cómo llegar a Cudillero

Cudillero se encuentra a unos 56 km de Oviedo y a 35 km de Gijón, por lo que llegar en coche desde cualquiera de estas ciudades asturianas es bastante sencillo. La mejor opción es tomar la A-8 (Autovía del Cantábrico), que conecta gran parte del litoral asturiano. Si vienes desde Oviedo, toma la salida 425 hacia la carretera N-632 en dirección Cudillero. El trayecto en coche desde Oviedo dura aproximadamente 40 minutos.

Desde Gijón el viaje en coche es similar. Deberás tomar la A-8 en dirección Avilés y, luego, la salida 425 hacia la N-632, que te llevará directamente a Cudillero. Este trayecto dura entre 30 y 40 minutos.

Una vez llegues a las afueras del pueblo, es importante tener en cuenta que muchas de las calles en el centro de Cudillero son peatonales o demasiado estrechas para circular, por lo que hay varios aparcamientos habilitados a la entrada donde se puede dejar el coche y continuar explorando a pie.