Transportes y Turismo

Cataluña registra su mejor inicio histórico de la temporada turística con ocupaciones del 90%

  • Los brotes de turismofobia no debilitan la llegada de extranjeros, según los hoteleros
Turistas frente a la Sagrada Familia. David Zorrakino (EP)

Aleix Mercader
Barcelona,

Cataluña va camino de cerrar otra temporada turística de récord. Según los datos disponibles, la comunidad batió en mayo los visitantes contabilizados en el mismo mes de 2019 y también del año pasado.

Si antes del Covid fueron 1,8 millones y el último verano, 1,92 millones, este 2024 se superaron los 2 millones, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de la mejor cifra histórica para un mes de mayo. Por procedencias, el turismo extranjero sigue siendo el gran motor de la industria, pese a que el mercado doméstico y el de visitantes del resto de España también experimentan alzas.

Pero no solo se ha crecido en volumen, sino también en gasto medio diario. El dispendio de los turistas que visitaron Cataluña en mayo fue de 246 euros, también la cantidad más elevada desde que se inició la serie histórica y un 9,1% superior a la del mismo mes del ejercicio anterior. En el conjunto de España el gasto fue inferior (204 euros).

Con este arranque de temporada, no es de extrañar que los hoteleros tengan buenas sensaciones sobre el desenlace del periodo. Aunque en público se muestren prudentes. En un reciente encuentro informativo, el presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona y dueño de la cadena Derby, Jordi Clos, estimó una ocupación del 87% en la comunidad y del 89% en la capital.

Porcentajes que casi obligan a colgar el cartel de completo pese a que el coste medio de los alojamientos ha aumentado unos 23 o 24 euros respecto al pasado verano. Pese a este contexto, Clos no se mojó sobre si se rebasarían las métricas de 2023, que ya de por sí fueron muy positivas para el sector y consolidaron la recuperación iniciada en 2022.

Lo que sí manifestó el hotelero fue su preocupación sobre los brotes de turismofobia en Barcelona y su impacto en la percepción global sobre la seguridad y tranquilidad en la metrópolis para los foráneos. Pese a ello, consideró que se trata de manifestaciones aisladas y reducidas, incluso en comparación con las convocadas en otras urbes españolas, que no debilitarán por ahora la llegada de extranjeros.

Los buenos datos en Barcelona se replican en otros destinos como Costa Brava, Pirineo y Tarragona. Según han explicado las asociaciones de restauradores y hoteleros locales, la ocupación en estas zonas este julio se sitúa entre el 80% y el 90%. Ello incluso con la pérdida del visitante ruso que era el cuarto en importancia en las playas de Costa Daurada por detrás del español, francés y británico, según la Federación de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona.

Turismo rural

Otra categoría que prevé mejorar su actividad es el turismo rural. Esta especialidad experimentó un boom a raíz de la pandemia y se ha consolidado en este tiempo. Según el portal EscapadaRural, el 92% de los viajeros catalanes que optaron en 2023 por refugiarse en el interior confirma que quiere repetir su elección con al menos dos escapadas hasta diciembre de este año.

El ejercicio anterior, el gasto de los turistas rurales en Cataluña fue de 85 euros por persona y día, un 4,7% más en términos interanuales.