Transportes y Turismo

Transbiaga negocia con la banca su segunda reestructuración en dos años


Cristian Reche
Madrid,

Transbiaga, empresa de transporte referente en el País Vasco y propiedad de la familia Usabiaga, atraviesa un momento delicado. La compañía, que el pasado año logró una sentencia histórica al reestructurar su deuda arrastrando a buena parte de sus acreedores sin apenas consenso, ha solicitado pocos meses después protección en los juzgados ante una situación de posible insolvencia y tras incumplir el plan de negocio esperado para volver a la senda del crecimiento.

La compañía fundada por el empresario vasco Isidro Usabiaga ha solicitado los servicios de Alvarez & Marsal como experto en reestructuraciones, que ahora deberá lidiar entre los acreedores comerciales de la compañía y los financieros, con la gran banca (Caixabank, BBVA y Banco Santander) entre las entidades más expuestas.

Un portavoz de la compañía explica a elEconomista.es que la solicitud de amparo judicial frente a sus acreedores con el nombramiento de un experto en reestructuraciones se debe parcialmente a la ruptura de las relaciones comerciales con Nordex, la compañía de energía propiedad de Acciona.

Este suceso, no contemplado en el nuevo plan de negocio de la compañía, ha empujado a la empresa hacia una posible insolvencia, remarcan las mismas fuentes consultadas, y ha empujado a la propiedad a demandar a su hasta ahora cliente hasta reclamarle un total de 25 millones de euros.

Desde Nordex apuntan a que "Transbiaga ha sido proveedor de servicios de transporte y montaje de parques eólicos para la compañía durante muchos años". Como es habitual en el sector, añaden, "los temas relacionados con los proyectos, los clientes y los proveedores se discuten en privado. Nordex tiene la política de no comentar la información relativa a su relación con los proveedores".

Segunda reestructuración

Transbiaga, que hace años fue deseada por Artá Capital, el brazo de private equity de la familia March, logró el año pasado una reestructuración de su deuda con un acuerdo judicial histórico, en el que logró arrastrar a todo el pasivo solo un 17% de consenso en el marco de la nueva Ley Concursal. El plan, que fue homologado en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián, estuvo liderado por el bufete zaragozano Corp Abogados y Economistas.

La compañía con sede en Ordizia (Guipúzcoa) aplicó quitas de entre el 25% y el 100% para los créditos ordinarios y subordinados, respectivamente, en un plan que fue impugnado en los juzgados por parte de la banca. La justicia, sin embargo, apoyó a la empresa, que también fue autorizada a desinvertir en dos activos sin que aplicaran las cláusulas de amortización anticipada obligatoria fijadas en los contratos de financiación.

A diferencia de la primera reestructuración, Transbiaga, que achaca también el incumplimiento del plan de negocio a factores exógenos como la evolución del mercado energético en Latinoamérica, donde la empresa tiene buena parte de su negocio, solicitará solo modificar los tiempos de espera, sin recurrir a quitas. La deuda actual ronda los 65 millones euros, frente a los 87 millones euros fijados antes de la primera reestructuración.

De acuerdo a los datos del Registro Mercantil, Transbiaga Transportes Usabiaga SL, sociedad tenedora del negocio, sufrió en 2021 -último año con cifras disponibles- una abrupta caída de sus ventas, pasando de 132 millones de euros a 83 millones. Las cifras a cierre de 2023 se han situado en torno a los 75 millones de euros.

En dicho ejercicio conjugaron varios factores negativos, como los últimos coletazos de la pandemia, que afectaron a actividades como la descarga de grúas en Chile o el propio transporte dentro de España. Las cifras más actuales facilitadas por la compañía fijan un ebitda positivo en abril de este año, contrastando con los -7,5 millones al cierre del pasado ejercicio.