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Boeing reduce a la mitad sus pérdidas en 2023, hasta los 2.068 millones de euros

Avión Boeing 737 MAX 8 CIT Aerospace

elEconomista.es

La fabricante de aviones Boeing redujo sus pérdidas netas un 55,6% en 2023, hasta los 2.242 millones de dólares (2.068 millones de euros), frente a los 'números rojos' de 5.053 millones de dólares (4.662 millones de euros) del año anterior, según hizo público este miércoles.

La compañía está inmersa en una crisis de reputación tras el accidente del pasado 5 de enero cuando un vuelo de Alaska Airlines servido con su modelo 737-9 tuvo que aterrizar de emergencia al desprenderse una ventana. Boeing asegura estar cooperando de forma transparente con la Administración Federal de Aviación (FAA) para esclarecer las causas del accidente.

En cuanto a la facturación, los ingresos de Boeing aumentaron un 17% con respecto a 2022, hasta alcanzar los 77.794 millones de dólares (71.785 millones de euros), por encima de los 66.608 millones de dólares (61.463 millones de euros) del año anterior. Además, el flujo de caja operativo registró un resultado positivo de 5.960 millones de dólares (5.499 millones de euros), un 70% más con respecto a 2022.

Por otro lado, la deuda total consolidada del fabricante estadounidense fue de 52.300 millones de dólares (48.220 millones de euros) al final de 2023, la misma cantidad del tercer trimestre de ese mismo año.

Revisiones de emergencia

Así, el departamento comercial está tomando medidas inmediatas para reforzar la calidad en el programa 737, incluyendo la exigencia de inspecciones adicionales en su fábrica y en los proveedores clave, el apoyo a una mayor supervisión por parte de los clientes de las aerolíneas y la interrupción de la producción del 737 durante un día para volver a centrar a sus empleados en la calidad.

Además, Boeing también ha designado a un experto externo para dirigir una evaluación independiente en profundidad del sistema de gestión de calidad del departamento, cuyas recomendaciones se proporcionarán directamente al presidente, David Calhoun, y al Comité de Seguridad Aeroespacial del consejo de administración del fabricante.

A ese respecto, el propio presidente y consejero delegado de Boeing, ha admitido que, a pesar de "reforzar los procesos de seguridad y calidad en los últimos años", el incidente aéreo de Alaska Airlines "deja claro que queda trabajo por hacer". En distintas reuniones con los empleados estas últimas semanas, el máximo mandatario ha dejado claro que se encuentran "decepcionados": "tenemos mucho que demostrar para ganarnos la confianza de nuestras partes interesadas".

Además, ha afirmado que la Administración Federal de Aviación (FAA) ha compartido nuevas acciones "significativas" para aumentar su supervisión, que apoyarán de forma "plena y transparente". "Este mayor escrutinio —de nosotros mismos, de nuestro regulador o de otros— nos hará mejores. A medida que avanzamos juntos, pido a todos los compañeros de equipo que hagan oír su voz mientras seguimos prestando atención a cada detalle desde la óptica de la seguridad y la calidad", ha añadido.