Transportes y Turismo
Renfe ultima nuevos contratos con las agencias de viajes tras la investigación de Bruselas
- Modificará los términos para publicitar los descuentos y dar acceso a los afiliados sin autorización previa
- Bruselas analiza la capacidad de terceros para tener acceso a tiempo real a los viajes
- La apertura de la investigación no prejuzga el resultado final
Cristian Reche
Madrid,
Renfe mueve ficha con celeridad para cerrar el expediente de la Comisión Europea por presunto abuso de posición dominante. El operador ferroviario se ha puesto en contacto con agencias de viajes y plataformas de venta de billetes de terceros para permitirles aplicar y publicitar descuentos, por un lado, y publicitar los servicios comerciales de de la compañía pública -principalmente los de larga distancia y alta velocidad- a través de los sitios web de los afiliados sin necesidad de autorización previa.
La compañía presidida por Raül Blanco ultima modificaciones en los contratos actuales. Fuentes de las patronales de las agencias de viaje como ACAVE o FETAVE consultadas por elEconomista.es aseguran estar al tanto de la voluntad de Renfe, que especifica que enviará estos contratos "en los próximos días".
Renfe, no obstante, mantendrá algunas condiciones. Una de ellas será la obligación de que la aplicación de promociones no altere la previsión de ingresos de Renfe. Otro requisito será que los afiliados de agencias de viajes y plataformas sigan respetando los signos distintivos del manual de marca.
La compañía reacciona así apenas 14 días después de que Bruselas anunciara una investigación para evaluar si ha ejercido abuso de posición dominante. La vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Margrethe Vestager anunció al respecto haber investigando si la supuesta negativa de Renfe a facilitar a las plataformas competidoras de venta de billetes toda la información necesaria para ajustar sus ofertas a los clientes restringía y distorsionaba la competencia "en detrimento de los consumidores".
La investigación de Bruselas, que no prejuzga el resultado final, se ciñe sobre la capacidad de terceros operadores de poder comercializar billetes de Renfe teniendo acceso a tiempo real relacionados con los servicios en el tren antes, durante y después del viaje.
Con este movimiento, Renfe trata de encauzar el proceso de negociación con Bruselas para cerrar los expediente tras una muestra de compromisos (artículo 9 del Reglamento CE 1/2003) a futuro. La alternativa es mucho más peligrosa, habida cuenta de que Comisión Europea tiene la posibilidad de aplicar sanciones que, en este caso, podrían alcanzar cifras millonarias (el 10% de la facturación total del grupo).
Colaboración histórica
La relación entre Renfe y las agencias de viajes no ha estado exenta de tiranteces. En 2020, la patronal CEAV mostró su disconformidad con que la compañía quisiera comercializar billetes de su nueva marca Avlo, dedicada a servicios low cost de alta velocidad, a través de sus canales directos (web, taquillas y teléfono). Renfe reconsideró su postura y finalmente se comprometió a crear un espacio específico para las agencias en la web de su nueva enseña.
La confederación recordó que Renfe y las agencias han colaborado hasta entonces "estrechamente" y han contribuido al crecimiento y liderazgo que la compañía pública mantiene en la actualidad, pese a trabajar por "un reducidísimo y marginal margen". Según sus datos, este sector canaliza aproximadamente más del 35% de los ingresos del operador público. "No es por casualidad que hayamos sido durante los últimos años su canal de venta que más ha crecido frente a la venta en taquillas e incluso la venta online, según nos han confirmado sus propios responsables comerciales", destacaron.
Deutsche Bahn, el espejo de Renfe
La revisión a los históricos monopolios ferroviarios empieza a ser la tónica dominante en Europa. Alemania abrió en 2022 una investigación sobre Deutsche Bahn (DB) por prácticas restrictivas por su plataforma de movilidad online y su aplicación DB Navigator.
La Renfe francesa fue acusada de restringir la competencia a través de la introducción de distintas cláusulas. "No queremos que una sola empresa domine el mercado y que los proveedores de movilidad innovadores se vean frenados", afirmaron desde el regulador de los mercados alemán Bundeskartellamt.