El presidente de Renfe y la secretaria de Estado dimiten por el error en los trenes de Cantabria

El error en el diseño de los trenes que no iban a poder circular por los túneles de Cantabria se salda con dos dimisiones de calado en el Ministerio de Transportes. El presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, han presentado su renuncia a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, quien las ha aceptado, según han confirmado fuentes próximas al ministerio, para dar carpetazo así a una polémica que acumula semanas en busca de responsables.

La dimisión llega a escasas horas de la reunión programada entre el Ministerio de Transporte y los presidentes autonómicos de Cantabria y Asturias. La cita se encaraba como una cumbre para terminar de buscar responsables y encontrar una compensación a los territorios perjudicados por el error en el diseño de los trenes de ancho métrico que iban a sustituir a los trenes FEVE.

Aunque todavía no es oficial, ya han trascendido los nombres de los sustitutos. David Lucas, actual secretario general de Vivienda, pasará a ser secretario de Estado de Transporte, mientras que Raül Blanco, secretario general de Industria hasta el pasado mes de diciembre, será el presidente de Renfe. 

Hasta ahora, Transportes había tratado de capear el temporal por este error con ceses intermedios en Renfe y en Adif, que ahora se elevan hasta sus máximas instancias. Táboas pone fin a su presidencia en el operador público tras cuatro años en el cargo, mientras que Isabel Pardo de Vera, ahora secretaria de Estado de Transportes, presenta su dimisión tras haber ocupado el cargo de máxima importancia en el gestor de infraestructuras.

Las dos salidas ponen fin, sobre todo, a las reclamaciones del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que en los días previos a la cita de esta tarde solicitaba al Gobierno ceses de cargos de relevancia. El presidente de Asturias, Adrián Barbón, por su parte, también había solicitado más explicaciones a la ministra Raquel Sánchez.

El error en los trenes a Cantabria suman ya varias semanas de polémica. La crisis política nace de un error en el diseño de 31 trenes de ancho métrico licitados por Renfe y adjudicados al fabricante vasco CAF por 258 millones de euros. La confusión se debió a la ausencia de información para conocer con exactitud la medida de los nuevos trenes que tenían que atravesar los túneles de la comunidad cántabra.   

Nueva orden ministerial

Al margen de los ceses, el Ministerio de Transportes publicó el sábado una nueva orden ministerial para desbloquear el error en el diseño de los trenes. La nueva orden permite llevar a cabo el método comparativo, una fórmula que en la práctica significa basarse en los trenes existentes que circulan en las vías para construir los nuevos convoyes.

El ministerio dejó claro a través de un comunicado que la normativa vigente hasta el sábado "ya era compatible" con la actual orden ministerial (FOM/1630/2015) por la que se regía la "Instrucción ferroviaria de gálibos" (IFG), pero que con este nuevo texto tanto Renfe como CAF ya debían disponer de toda la información necesaria para no volver a incurrir en un nuevo error de tal magnitud.

Transportes también aprovechó para recordar que el error se detectó en la fase del diseño y que, por tanto, solo había que lamentar un retraso en la llegada de material rodante (de entre dos y tres años). La propia ministra también quiso matizar que Renfe no tendría problemas con el préstamo ya concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que prestó hasta 150 millones a la compañía y condicionó este dinero a finalizar los deberes en diciembre de 2024.