Telecomunicaciones

Enrique López (Amper): "Podemos ser el 'alter ego' de Indra en la década de crecimiento sostenido previsto en defensa"

  • El CEO del grupo español concluye la primera fase de la amplicación de capital de 77 millones
  • "Apostaremos por el crecimiento inorgánico en el sector de Defensa y Seguridad"
  • "Amper prevé dar servicio al 100% de las comunicaciones de las Fuerzas Armadas"
Enrique López, CEO del Grupo Amper. Fotos: Ana Isabel Morales

Antonio Lorenzo
Madrid,

Este miércoles ha concluido el plazo de la suscripción preferente para la ampliación de capital de Amper, de hasta 77,1 millones de euros. El grupo prevé destinar esta inyección de capital para adquirir empresas especializadas en comunicaciones militares y en otros ámbitos de la industria. Tras dos semanas de vértigo, con jornadas de 20 horas y un centenar de reuniones con potenciales inversores institucionales y family offices, Enrique López, CEO de Amper, tiene claro que su compañía afronta una etapa crucial para consolidarse como la segunda cotizada española del sector de la defensa. En su opinión, Amper puede convertirse en el alter ego de Indra con vistas a una década muy próspera para el sector de defensa.

¿Qué puede adelantarnos de la ampliación que concluye mañana?

Existe una gran expectación en nuestra ampliación de capital. Como es conocido, en la primera vuelta de la ampliación sólo pueden acudir los accionistas o quienes tengan derechos. Lo normal es que este grupo haya comprado derechos para poder participar. Por tanto, creo que la ampliación de capital se va a suscribir en la segunda vuelta de forma holgada y terminará ahí. Muchos inversores institucionales ya están posicionados. Es la visión que tengo ahora mismo, sin que vayamos a llegar a una tercera vuelta. Es decir, sólo van a entrar accionistas que ya están en la compañía, así otros nuevos que hayan comprado derechos en la ampliación.

El momento se presume incuestionable para invertir en defensa...

Los negocios relacionados con la defensa se encuentran en un momento álgido y el enfoque dual -de uso civil y militar- resultará imparable. Y digo esto porque, desgraciadamente, como sociedad, vivimos en un mundo totalmente inseguro. Este entorno coincide con un reacomodo de los polos estratégicos mundiales y el compromiso de muchos países de la OTAN, incluida España, de incrementar inversiones hasta el año 2035. Y la mejora de las prestaciones será un compromiso en firme, independientemente de quién gobierne. Por lo pronto, creo que vamos a tener, al menos, una década de inversión sostenida que va a hacer que el negocio de defensa tenga una estabilidad presupuestaria. También creo que se producirá un rejuvenecimiento brutal de la industria de defensa española.

¿En qué negocios prevén invertir los fondos recaudados?

Apostaremos por el crecimiento inorgánico en el ámbito de defensa, con una estrategia clara y concreta de reverdecer nuestra posición de actor relevante. Recuerde que en España sólo hay dos cotizadas que operan en ese foco, una es Indra y la otra es Amper.

¿Qué perfil de empresa persiguen?

Todas las empresas con las que estamos negociando desde hace meses son tecnológicas españolas. con capacidades en comunicaciones de defensa y seguridad. Podríamos analizar la compra de alguna compañía que el Ministerio de Defensa considere estratégica para la seguridad nacional y que pudiera complementarnos. Estas operaciones inorgánicas nos van a permitir acceder a nuevos programas, así como hacer más cosas y de mayor valor en muchos proyectos en los que ya estamos.

"Los 'campeones nacionales' son menos eficientes, ágiles y flexibles que nosotros"

¿Qué capacidades prevén reforzar?

Las operaciones inorgánicas nos permitirán cubrir casi el 100% del perímetro de comunicaciones que requieren las Fuerzas Armadas. Es un negocio muy amplio, con actividades de mando y control, inteligencia de señal, guerra electrónica, comunicaciones críticas, comunicaciones aeronáuticas, tácticas, militares, satelitales y no satelitales, estaciones ancla, VHF, con multitud de nichos y subsegmentos. Las comunicaciones en defensa son muy estratégicas para los militares, a veces más importantes que los propios sistemas de armas.

¿Qué plazos manejan para las futuras adquisiciones?

Esperamos cerrar una compra antes de finales de año y luego realizar hasta un máximo de cuatro más en 2026, para que coincida con el cierre de nuestro plan estratégico. Podría quedar alguna operación pendiente de materializar a finales del próximo año por criterios de competencia o autorizaciones regulatorias, pero esa es la idea.

¿Cómo prevé convivir Amper con el campeón de la defensa proyectado en el grupo Indra?

Con Indra tenemos buena relación. Pero para mí, el conjunto de la industria es nuestro campeón nacional y no sólo una empresa. Indra es el tractor, como el tronco de un árbol que también necesita ramas. Y nosotros queremos ser una rama fuerte, de la que cuelgan otras que operen en el mundo de las comunicaciones de defensa y seguridad, pero también en los temas energéticos ligados a la seguridad nacional. Si somos capaces de armonizar lo mejor de las empresas grandes con lo mejor de las pequeñas tecnológicas, lograremos una industria muy competitiva. Creo que podemos ser el alter ego de Indra. Este grupo empresarial está centrado en operaciones de tamaños y capacidades muy concretas que no colisionan con los nuestros.

¿Qué aportará Amper al ecosistema que no logre una gran corporación?

Creo que los grandes actores, es decir, los posibles campeones nacionales, tienen un problema de dimensión. Son menos ágiles, flexibles y eficientes y ante esa situación creo que podemos construir una industria muy innovadora. Pero, en cualquier caso, estamos bastante coordinados. Vivimos un momento en el que la industria española tiene que sentar las bases para las dos próximas décadas.

¿Qué porcentaje del total de los ingresos corresponderá a los negocios de defensa y de qué forma reducirá peso a los energéticos?

Actualmente, la actividad de defensa representará este año el 25% de los ingresos y el 36% del ebitda, porcentajes que en 2028 se duplicarán hasta alcanzar el 55% de las ventas y el 70% del ebitda. El resto será para la actividad de energía.