Telecomunicaciones

La designación de Murtra como presidente de Telefónica abre el proyecto de unirse a Indra

  • Moncloa busca sinergias entre las dos cotizadas más estratégicas del país
  • La Sepi participa en ambas y planea diseñar una nueva 'teleco' más grande

Antonio Lorenzo

El Gobierno planea reforzar los vínculos empresariales que unen a Telefónica e Indra con el objetivo de integrar ambos grupos en el medio o largo plazo. Según ha podido conocer elEconomista.es, la salida acelerada de José María Álvarez-Pallete de la presidencia de Telefónica desbloquea muchas de las trabas de un viejo proyecto que existía en Moncloa desde tiempos del expresidente del gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero y de su exministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, actualmente consejero independiente de Indra.

Desde esferas próximas a Moncloa se considera que las dos multinacionales ofrecen numerosos puntos en común, con actividades coincidentes en el ámbito de la tecnología, la seguridad y la defensa. A las anteriores también se añadiría el espacio, con el operador satelital Hispasat en el punto de mira de Indra, en un paquete que también incluiría Hisdesat.

Con ese escenario en el horizonte, el Ejecutivo prevé ganar predicamento en su estrategia de reforzar la soberanía estratégica y empresarial. Esta nueva necesidad nacional, acentuada por la situación geoestratégica del momento, alientan al Gobierno para facilitar la creación de nuevos gigantes españoles de alcance europeo y global. La argamasa llamada a unir ambas estructuras será la Sociedad Estatal de Participaciones Empresariales (Sepi), entidad pública adscrita al Ministerio de Hacienda. Pero lo importante de este holding público no es tanto a quién reporta las actividades de sus sociedades, sino cómo el Gobierno puede manejar -directa o indirectamente- otras corporaciones empresariales consideradas estratégicas. En su caso, la Sepi controla el 10% del capital de Telefónica y también el 28% de Indra. Al margen de la influencia medida estrictamente en acciones, la preeminencia de la compañía presidida por Belén Gualda también se extiende en otros socios de una u otra compañía, como Criteria Caixa, igualmente afín a las directrices de la Sepi, emanadas desde la propia Moncloa. Marc Murtra dimitirá en Indra en los próximos días para poder presidir Telefónica.

El nombramiento de Marc Murtra al frente de la presidencia de Telefónica, anunciado el pasado sábado por el consejo de administración de Telefónica, aporta solidez a un eventual movimiento de consolidación.

Muchas de las aristas entre las dos organizaciones tenderían a desaparecer una vez que Murtra lideraría los movimientos, con la experiencia que le confiere haber sido primer ejecutivo de Indra desde hace casi un año, además de presidente no ejecutivo desde 2021.

Las íntimas relaciones entre las telecomunicaciones, la tecnología, la seguridad y la defensa quedaron de manifiesto ayer cuando la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hermanó todos estos conceptos en su valoración sobre la renovación en la presidencia de Telefónica personalizada por Marc Murtra. En su opinión, "países como Italia o Alemania tienen una importantísima participación en sus compañías tecnológicas, también porque estas empresas cada día son más responsables de la seguridad del país, la ciberseguridad, la capacidad de tener salvaguardado en términos de defensa todo lo que son nuestros activos", y en ese punto ha remarcado que "también Telefónica tiene que jugar un papel fundamental". De esa forma, Montero consideró "muy importante" que España cuente con "una empresa tecnológica que tenga capacidad de competir en un mercado que es fuerte, muy competitivo a nivel europeo, internacional". Álvarez-Pallete, reinventor de la Telefónica moderna.

Las intentonas de alianza entre Indra y Telefónica se remontan a febrero de 2010, entonces con un acuerdo global por el que la primera prestaba soporte a la gestión de las aplicaciones e infraestructuras informáticas de la teleco en todo el mundo. En aquel año, la compañía que presidía Javier Monzón -quien posteriormente también presidió Prisa- tocaba su techo empresarial como la segunda compañía europea por capitalización bursátil de su sector.

Paralelismos con Prisa

Los paralelismos entre Indra y Prisa se han reiterado en el tiempo, en todos los casos con Telefónica y el Gobierno por medio. Así, en mayo de 2002 se perpetró la fusión de Vía Digital de Telefónica con Sogecable de Prisa, con fatales consecuencias económicas para los dos socios. En junio de 2012, Telefónica efectuó la suscripción de bonos convertibles de Prisa por valor de 100 millones; en abril de 2015 se formalizó la compra de Telefónica a Prisa del 56% de Canal +; y en octubre de 2017, la teleco realizó una inyección de cien millones. En todos los casos, los Gobiernos de diferentes colores han animado históricamente a Telefónica a salir al rescate de Prisa.

El último capítulo de esta relación de dependencia sucedió hace ahora justo un año, Telefónica participaba accionarialmente en Prisa, relación que se disolvió en febrero de 2024 cuando se desprendió del 1,9% que entonces disponía el grupo editorial, desde un 7% que llegó a alcanzar en 2022. Ahora la misma historia entre Prisa y Telefónica podría replicarse entre Indra y el grupo de telecomunicaciones, este último señalado para adquirir Minsait, sociedad de Indra que se encuentra en el escaparate en espera de que alguna empresa ponga 600 millones sobre la mesa. Esos fondos servirían a Indra para reforzarse en su negocio prioritario de defensa. Esa ecuación quedaría resuelta con una compra de toda la sociedad por parte de Telefónica, en una operación que presumiblemente castigaría al ya afligido valor de la compañía de telecomunicaciones en bolsa. Telefónica vende el 7% de Prisa por 34 millones a un ex socio de Roures.