¿Qué ganarán los usuarios de Android si Apple pierde su litigio en EEUU?
- Apple condiciona el uso de monederos digitales, mensajería instantánea, juegos, relojes y 'súper apps'
- Muchos dispositivos inteligentes del ecosistema de Google dejarán de parecer 'tontos'
Antonio Lorenzo
Madrid,
Los usuarios de dispositivos Android tienen motivos para recordar con cariño al senador estadounidense John Sherman, fallecido en el otoño de 1900, y padre de una norma aprobada hace 134 años. Desde entonces, la denominada Ley Sherman y, en concreto la Sección 2, se ha convertido en una pesadilla para las mayores empresas estadounidenses. Tras Google, Amazon y Microsoft, el último damnificado ha sido Apple, por ahora la segunda compañía más valiosa del mundo con Nvidia pisándole los talones.
En números gruesos, la multinacional de la manzana perdió 95.000 millones de dólares en las últimas horas, desde que trascendió la demanda del Departamento de Justicia de EEUU por el presunto bloqueo tecnológico que el fabricante impone al resto del ecosistema para acceder a las funciones de hardware y software en el móvil más vendido del mundo. La acusación, consensuada por 16 fiscales, asusta al más templado: "La conducta excluyente y generalizada de Apple dificulta a los estadounidenses el cambio de smartphone, socava la innovación de aplicaciones, productos y servicios, e impone costes extraordinarios a desarrolladores, empresas y consumidores".
Por su parte, Apple rechazó las acusaciones al tiempo que acusó a la administración Biden de haberse excedido en sus valoraciones. "Esta demanda amenaza lo que somos y los principios que diferencian a los productos de Apple en mercados intensamente competitivos", argumentó Apple en declaraciones a medios locales para también asegurar que si la demanda prospera se sentará "un peligroso precedente", dando poder al Gobierno para intervenir en el diseño de tecnología.
Para entender la magnitud de la denuncia conviene desmenuzar cada uno de los posibles pecados de la compañía. De hecho, los puntos de fricción que forman parte del litigio entre Estados Unidos y Apple pueden proporcionar pequeñas alegrías para los usuarios de Android, cuyos dispositivos inteligentes del ecosistema de Google dejarán de parecer tontos cuando funcionan en un iPhone.
Mensajería. Por lo pronto, la interoperabilidad global de las mensajerías instantáneas de todos los teléfonos móviles cojea por el desdén de la empresa para adaptarse al estándar multiplataforma RCS (Rich Communication Services). Hasta el momento, Apple reduce las prestaciones de las aplicaciones de mensajería de terceros al impedir que los mensajes del operador pasen por ellas.
Relojes inteligentes. Apple tampoco pone las cosas fáciles para los fabricantes de relojes inteligentes de sus competidores, cuyo funcionamiento dejan mucho que desear cuando el usuario utiliza un dispositivo distinto al suyo. La compañía californiana asume que el iWatch no será tan eficaz en sus tareas si se sincroniza con un dispositivo Android. De la misma forma, los smartwatch Android tienen serios problemas para operar con los iPhones, especialmente en el uso de aplicaciones. A modo de ejemplo, no se puede responder a los mensajes de un smartwatch que no sea un Apple Watch en el iPhone.
Monederos digitales. Otro tanto sucede con las carteras digitales (wallet), donde unas funcionan muy bien y otras muy mal, en función de que comulguen o no con el ecosistema diseñado en Cupertino. La demanda insta a Apple a permitir que las carteras digitales funcionen en todos los dispositivos y que las instituciones financieras puedan ofrecer "servicios avanzados de pagos digitales" a los clientes.
Superaplicaciones. Estas aplicaciones con múltiples servicios no pueden descargarse de la tienda de aplicaciones de Apple, presuntamente con requisitos de seguridad.
Videojuegos en 'streaming'. Apple limita los videojuegos en streaming en la nube, lo que restaría importancia al hardware a la hora de elegir jugar determinados títulos. Es decir, los usuarios podrían no sentirse obligados a comprar el mejor iPhone para jugar a sus juegos cuando un dispositivo más barato y menos potente lograría el mismo streaming desde la nube.