Telecomunicaciones y tecnología
Telefónica estudia segregar en Telxius los cables submarinos de las torres
- Analiza la creación de una división específica ante una futura puesta en valor
Rubén Esteller, Antonio Lorenzo
Telefónica planea cambios en Telxius, la filial de infraestructuras de telecomunicaciones que comparte con el fondo de capital KKR. Según desveló ayer la agencia Bloomberg, la multinacional estudia la posible segregación del negocio de cables submarinos para concentrarse únicamente en las torres de telefonía móvil. Ese modelo de negocio ya lo aplican con notable éxito de valoración otras compañías del sector -entre ellas Cellnex- y el grupo de telecomunicaciones podría seguir ese ejemplo.
Entre otras posibilidades, la separación de ambas actividades permitiría a Telefónica y KKR vender sus grandes infraestructuras transoceánicas a posibles interesados.
Telefónica aún recuerda las dificultades que sufrió por parte del mercado cuando pretendió sacar a bolsa Telxius. Entonces, las valoraciones de los analistas realizadas sobre Telxius no ponderaban en su justa medida los activos submarinos, hasta entonces huérfanos de comparables. Finalmente, el salto al parqué se suspendió y el tiempo vino a dar la razón a Telefónica al vender el 40% de la filial a KKR por 1.275 millones de euros en noviembre de 2017.
Kilómetros de cable submarino
Entre las joyas de la corona de Telxius en el negocio de los cables submarinos destaca la conexión Marea, anclada en playa de Sopelana (Bilbao), en el Golfo de Vizcaya, y que con sus 6.600 kilómetros de longitud cruza el Atlántico hasta la playa de Virginia del Norte, desde donde se tiene acceso a los más importantes Centros de Datos de Estados Unidos. Este prodigio -fruto de la colaboración de Telxius, Facebook y Microsoft- se puso en marcha hace tres años con una capacidad de 160 terabites por segundo y con un grosor de apenas tres centímetros de diámetro.
Telxius también trabaja con Orange en el desarrollo del cable submarino Dunant, propiedad de Google, que prevé conectar la costa francesa con el litoral este de EEUU. Algo parecido sucede con el proyecto que mantiene Telxius con América Móvil, a través de otro cable submarino de más de 7.300 kilómetros en la costa latinoamericana del Pacífico, con prestaciones de 108 terabits por segundo y con una de las latencia más competitivas del mercado latinoamericano. Asimismo, con esta super red, Telefónica enlaza continentes por mar desde Guatemala hasta Chile, con puntos de amarre adicionales en Ecuador, Perú y Chile. Con esta infraestructura, Telxius completa el reemplazo de su emblemático cable submarino SAM-1, añadiendo el área del Pacífico a la sección Atlántica ya cubierta desde Brasil a Estados Unidos con su cable Brusa.