Sanidad

Grifols se resiste: es la única catalana del Ibex que no traslada aún la sede

  • La farmacéutica ya decidió en 2015 llevarse la tesorería y la I+D a Irlanda
Víctor Grifols recibió este año la Cruz de Sant Jordi de la mano de Carles Puigdemont. Foto: Luis Moreno

Alberto Vigario, Estela López

La familia Grifols resiste a día de hoy como el último gran bastión empresarial que sigue fiel a Puigdemont y su aventura independentista. La farmacéutica es ya la única firma catalana del Ibex 35 que no ha tomado la decisión de trasladar su sede central fuera de Cataluña. Tras los anuncios de salida de Abertis, Cellnex y Colonial, la compañía de Paret del Vallés era la única que no había hablado. La premonición del expresidente Artur Mas y de su economista de cabecera, Xavier Sala i Martin, sobre las bondades económicas y empresariales de una Cataluña independiente se han hecho añicos con la fuga de las grandes cotizadas.

Mientras, el consejo de administración había mantenido un absoluto silencio sobre el asunto... hasta ayer. Donde, finalmente, la empresa habló... aunque para no mojarse demasiado. Fue un no, pero dejando la puerta abierta, por si acaso. "Actualmente -manifestó la compañía- no hay ninguna previsión para cambiar de ubicación ninguna de las sedes corporativas". Hasta aquí, un guante a Puigdemont. Pero la compañía -que recordemos ya ha dado paso a la siguiente generación, tras dejar el cargo Víctor Grifols este enero tras 30 años al frente- añadió una segunda línea para cubrirse las espaldas. "Sin embargo, en el hipotético supuesto de que la actual situación derivase en un nuevo escenario que pudiese afectar el curso normal de los negocios o de la situación financiera de la compañía, el consejo acordaría las medidas necesarias".

Hay que recordar que el ahora presidente no ejecutivo de la compañía decidió en 2015 llevarse de Cataluña a Irlanda desde su tesorería, hasta la política comercial, las actividades de I+D y, sobre todo, gran parte de su división de Biociencia, la más importante del grupo, que acumula el 80 por ciento de sus ingresos. Aún así, Víctor Grifols recibió el pasado mes de mayo el mayor reconocimiento de la Generalitat de Cataluña, la Cruz de Sant Jordi. Fue el propio Carles Puigdemont quien entregó la medalla a un emocionado Víctor Grifols (ver fotografía). El presidente de la Generalitat defendió la medalla ante sus socios de la CUP, que habían reprochado días antes en el Parlamento catalán que se otorgara la condecoración más alta de la Generalitat a un empresario cuya compañía "en octubre de 2015 anunció que trasladaba su sede financiera a Irlanda para aprovechar las ventajas fiscales". El presidente catalán desoyó esta opinión e insistió en que las cruces de Sant Jordi "no se dan a los amigos de un gobierno o una ideología, se dan a quien ha hecho una aportación relevante al país".

Acoso por no usar el catalán

De todas formas, la relación entre la farmacéutica y el nacionalismo más duro se fracturó el día en que la compañía decidió trasladar buena parte de su negocio a Dublín. Desde entonces, el negocio familiar de la familia Grifols, que ya factura cerca de 4.000 millones de euros en todo el mundo, ha sufrido varios reveses en su propia tierra. La última surgió hace unos meses en las redes sociales y partió directamente de una de las entidades más vinculadas al proceso independentista, la llamada Plataforma per la Llengua, una entidad en defensa del catalán famosa por poner en la picota a aquellas empresas que no rotulan o utilizan este idioma de manera visible. Grifols se había librado hasta entonces de ser señalado por esta organización, aunque la farmacéutica nunca había utilizado el catalán en sus comunicaciones.

Sin embargo, el pasado 30 de junio esta plataforma emitió una noticia en su web en la que se acusaba literalmente a Grifols de "no incorporar el catalán a la página web porque considera que es una lengua de segunda categoría". La multinacional de derivado de la sangre contestó que no utilizan el catalán en su página web porque son "una compañía de implantación global", por lo que únicamente usan el castellano y el inglés.