Salud Bienestar

Las farmacéuticas invierten en Francia tras el retraso de la nueva ley de Sanidad

  • Las firmas prometieron 8.000 millones a España si mejoraba la legislación
  • Hasta nueve compañías destinarán casi 2.000 millones al país galo

Javier Ruiz-Tagle
Madrid,

Varias multinacionales farmacéuticas se han fijado en Francia para realizar las inversiones que tenían preparadas para hacer frente al reto europeo de conseguir cierta independencia productiva de medicamentos considerados esenciales. Una oportunidad que España está dejando escapar a tenor de los acontecimientos y que están aprovechando los vecinos septentrionales.

Una veintena de compañías se reunieron con en Moncloa con el presidente del Gobierno hace un año y medio y sellaron un pacto que aún no se ha hecho realidad. Las empresas prometieron una inversión de 8.000 millones de euros (4.300 millones destinados a investigación, 2.700 a fabricación y 1.000 a digitalización), mientras el Ejecutivo prometió acometer las reformas legislativas necesarias para mejorar el acceso a nuevos medicamentos, uno de los principales talones de Aquiles del sistema sanitario en España. Sin embargo, más de quince meses después, las reformas no llegan y las multinacionales comienzan a moverse.

Según un documento al que este periódico ha tenido acceso (Choose France), AstraZeneca invertirá 365 millones de euros para mejorar sus instalaciones en su planta de fabricación en Dunkerque, Francia. A renglón seguido, Pfizer, se ha comprometido a invertir 500 millones de euros en los próximos cinco años para reforzar sus capacidades de investigación y desarrollo en el país galo. La mayor inversión vendrá de la mano de una empresa patria, Sanofi. La multinacional destinará más de mil millones de euros para aumentar su capacidad de fabricación en tres instalaciones en Francia.

Otras empresas biofarmacéuticas que han revelado planes para aumentar su presencia en Francia son AbbVie, GSK, Novartis, Chiesi y Kenvue, según el documento del gobierno francés, que suma un total de 1.800 millones en inversiones. Además, éstas vendrán acompañadas de contrataciones.Mientras tanto, España deja pasar el cronómetro sine die.

Las legislaciones españolas que restan cambiar salen de un acuerdo tácito que emana del Plan de Resiliencia aprobado en el país después de la pandemia. Con el cambio en la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad, el nuevo titular, César Hernández, se comprometió a remodelar el sistema de acceso, así como a proteger económicamente a las moléculas maduras que ya no tienen protección por patente, mediante dos Reales Decreto que han sufrido diversos retrasos. La última fecha conocida es principios de 2025, más de dos años desde que se produjo la reunión entre farmacéuticas y Pedro Sánchez.

Actualmente, el tiempo que transcurre desde que Europa da luz verde a una molécula hasta que un paciente español puede acceder a la misma es alrededor de 1.000 días, de los que 621 son achacables al gobierno central y el resto a las distintas comunidades autónomas. Además, más de 40% de las terapias que ya cuentan con aval europeo aún no están disponibles en España. Y es este el problema que las compañías han solicitado solventar mediante una de las dos reformas mencionadas.

La otra reforma es para el Sistema de Precios de Referencia, una herramienta que deprecia anualmente el valor de medicamentos muy maduros, como podría ser el paracetamol. La industria pidió que si se quiere fabricar en terreno europeo se mejorara el precio de estas moléculas, ya que si no no saldría rentable y su fabricación seguiría haciéndose fuera, en territorios del sudeste asiático, principalmente. Esta reformulación también está en proceso, pero ya han transcurrido más de dos años desde que se anunciara la intención de atraer fabricación a España.