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¿Qué hacer si no puedo dormir por el calor?

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elEconomista.es

El verano suele ser la época en la que tanto jóvenes como adultos descansan de las obligaciones docentes y laborales del resto del año. Durante este verano, la temperatura va a aumentar más de lo habitual, lo que hace que sea aún más importante seguir unos hábitos saludables, como mantener una buena hidratación, consumir alimentos saludables, realizar ejercicio o protegerse del sol.

Aunque no se le preste tanta atención, es también importante cuidar la calidad del descanso y del sueño por las noches. Del mismo modo que las temperaturas máximas de los días más calurosos nos obligarán a cobijarnos del sol, la subida de las temperaturas mínimas puede estropear el merecido descanso durante las noches.

8 consejos para combatir el calor

No obstante, existen diversos métodos mediante los que se puede aliviar el calor y mejorar la calidad del sueño.

- Ambiente fresco: la primera medida tiene lugar a lo largo del día. Cerrar ventanas y bajar persianas contribuye a mantener un ambiente fresco y ayuda a refrescar el hogar pasadas las horas más calurosas.

- Establecer una rutina: intentar ir a la cama y levantarse a la misma hora cada día es una buena forma de establecer un patrón de sueño saludable.

- Evitar bebidas estimulantes: la cafeína, los refrescos con cafeína y las bebidas estimulantes no son recomendables durante la tarde y la noche.

- También las comidas copiosas: las comidas abundantes dificultarán la digestión, mientras que las cenas ligeras y refrescantes contribuirán a un mejor sueño.

- Técnicas de relajación: algunas técnicas de relajación, como la respiración profunda, pueden ayudar a relajarse antes de ir a la cama.

- Ventiladores y aires acondicionados: si el calor persiste, el uso temporal de ventiladores, aires acondicionados u otros aparatos aliviarán la sensación de calor.

- Hidratación: otro aliado para aliviar la sensación de calor pasa por beber líquidos a temperatura baja (tampoco en exceso).

- No recurrir a las pantallas: está comprobado que el uso de dispositivos móviles, como teléfonos o tablets, así como ordenadores o televisores, dificulta e impide el sueño.