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Se emite una advertencia de los neurólogos sobre los tres alimentos que debes evitar para proteger tu cerebro y sistema nervioso

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elEconomista.es

El cuidado de nuestro cerebro resulta fundamental para mantener la salud de este y evitar el deterioro cognitivo asociado a la edad. Un paso crucial para este cuidado es llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada, con algunos alimentos como las bayas, los frutos secos o los pescados ricos en omega-3.

No obstante, también hay algunos alimentos que pueden tener el efecto contrario, dando lugar a problemas como intensos dolores de cabeza, según explican los neurólogos a Fox News. A pesar de que muchos alimentos están asociados con problemas gastrointestinales, otros, en cambio, tienen algunas toxinas que están directamente vinculadas al sistema nervioso a largo plazo.

Alimentos enlatados con defectos

Concretamente, las comidas que más se recomienda evitar son los alimentos enlatados que están dañados, los peces grandes y la carne de cerdo poco cocinada. En el primero de los casos, una lata abollada puede ser una señal de contaminación por botulismo, que podría dar lugar a síntomas como parálisis muscular, dificultad para respirar e, incluso, la muerte en algunos casos.

A pesar de que se cocinen a altas temperaturas, puede darse el caso de que no se haya logrado eliminar por completo esta toxina. Los expertos advierten que pueden resultar especialmente peligrosos aquellos que se conservan en casa, como las judías verdes, los espárragos, el maíz, las carnes o los pescados.

Peces de gran tamaño

Por otra parte, los peces de gran tamaño o peces de arrecife como la barracuda, el mero o el pez limón suelen vivir en arrecifes tropicales que liberan una neurotoxina llamada ciguatoxina como forma de defensa que puede ser asimilada por estos animales, hasta llegar a los humanos. En las personas, esta sustancia ocasiona sensación de hormigueo, entumecimiento, cambios de temperatura e, incluso, pesadillas vívidas. Por ello, se han de evitar especialmente partes como el hígado o las huevas.

Por último, las carnes poco cocinadas, particularmente la de cerdo, tiene un alto riesgo de neurocisticercosis. Esta enfermedad parte de una especie de parásitos que se encuentran en la carne del cerdo y migran hasta tejidos como el cerebro, formando quistes. Una de las particularidades menos conocidas es que es una de las principales causas de epilepsia en todo el mundo.