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Infusión de flor de azahar: propiedades, beneficios y por qué tomarla todas las semanas

Fuente: Canva / iStock

Arianna Villaescusa

La flor de azahar es la que produce el naranjo, la cual se caracteriza por su intenso aroma, de ahí que haya sido tradicionalmente muy utilizada en el mundo de la cosmética e, incluso, de la medicina tradicional, debido a sus efectos calmantes y antiinflamatorios.

No obstante, también destaca por sus cualidades en el mundo de la cocina, particularmente en el ámbito de la repostería. Además, en los últimos años también se ha popularizado enormemente su consumo a través de infusiones, ya que es una forma ideal de aprovechar todos sus beneficios. Esta bebida contribuye a reducir la tensión arterial, promueve la relajación y es muy positiva para personas en estado de nerviosismo o ansiedad.

Asimismo, esta flor también tiene efectos muy positivos, aliviando los dolores de cabeza, los cólicos menstruales, las migrañas y el dolor de garganta. Este último puede verse aún más mejorado si se combina con otros ingredientes naturales como puede ser la miel, el limón o la canela.

Más beneficios

Uno de sus principales compuestos es la pectina, que contribuye a tratar problemas estomacales como las digestiones pesadas, las náuseas, los vómitos o la diarrea. Presenta también un alto contenido en hierro y potasio, de ahí que ayude también a combatir algunos problemas como la anemia.

Más allá de la ingesta de esta bebida, también puede aplicarse sobre la piel gracias a paños de algodón, puesto que ayuda a refrescar suavizar y tonificar el cutis, según los expertos.

Cómo hacer infusión de flor de azahar

Esta infusión puede prepararse fácilmente, hirviendo los pétalos de esta flor durante unos minutos y después dejándolos enfriar otro rato más. No obstante, también puede adquirirse este té en bolsitas en cualquier tienda de dietética o herbolario.

A diferencia de otras infusiones, por el momento no se ha encontrado efectos negativos por el consumo de flor de azahar, si bien, lo ideal es que se haga de forma moderada. En cualquier caso, antes de incluir este tipo de alimentos en la dieta, lo ideal es consultar con su médico o nutricionista.