Un endocrino desmiente la gran mentira de la diabetes: "Por hacer esas dietas se te acumula toda la grasa en la barriga"

La diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no logra utilizar de forma eficaz la insulina que produce, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como consecuencia, se produce una hiperglucemia, que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas del organismo.

Según la Sociedad Española de Diabetes, España es el segundo país de Europa con mayor prevalencia de diabetes, con una prevalencia a nivel nacional de uno de cada siete adultos. En esta enfermedad metabólica, la alimentación juega un papel fundamental. Como bien todos sabemos, existen determinados alimentos cuyo abuso puede tener consecuencias muy negativas para la salud de estas personas, como las bebidas azucaradas, las grasas trans, las bebidas alcohólicas o los alimentos ultraprocesados.

Pasta, huevo y plátano

Sin embargo, en los últimos años se ha popularizado la idea de que otros alimentos tienen también efectos negativos en la salud de los diabéticos, como la pasta, el huevo o el plátano. Pero esto no es del todo así: "Basta ya, esa es la gran mentira de la diabetes, precisamente por hacer esas dietas estrictas y prohibir tantos alimentos es que tienes esa ansiedad por la comida, que no te permite parar de comer, se te acumula toda la grasa en la barriga, que se traduce en grasa visceral y hace que te suba la glucosa", explica el endocrino Juan Romero en una de sus últimas publicaciones en redes sociales.

Uno de los mitos habituales de la diabetes es que las personas que la padecen han de consumir dietas especiales, pero la realidad es muy distinta. De hecho, la Asociación Americana de la Diabetes ya no recomienda cantidades específicas de carbohidratos, grasas y proteínas, aunque sugiere que estas personas obtengan los carbohidratos a través de los vegetales.

En cualquier caso, lo más recomendable siempre es consultar con su médico o nutricionista, con el fin de que desarrolle un plan de alimentación saludable y adaptado a las necesidades de cada persona.