Ni invierno ni primavera: esta es la mejor época del año para hacer ayuno intermitente

El ayuno intermitente es una de las prácticas alimenticias en auge en los últimos años. Aunque no todo el mundo lo ha probado, quienes lo han hecho aseguran que cuenta con numerosos beneficios para la salud. Ahora bien, hay quien afirma que el verano es una de las mejores épocas del año para ponerlo en práctica por muchos motivos, entre ellos la pérdida de apetito producida por el calor.

El cambio en la rutina, el aumento del consumo de agua y la variación en los horarios, también convierten al periodo estival en el mejor momento para poner en práctica el ayuno intermitente. Aunque muchos crean que el verano es la peor época para comenzar una dieta debido a las tentaciones, las terrazas y los helados, numerosos expertos afirman que el calor juega a nuestro favor reduciendo el apetito.

Ayuno intermitente en verano

En verano los días son notablemente más largos que el resto del año, por ello, tenemos más tiempo para realizar deporte, disfrutar del tiempo libre y especialmente, para incluir el ayuno intermitente en nuestra rutina. Esta época del año favorece la ingesta de alimentos saludables ya que las altas temperaturas invitan a comer platos como el gazpacho, la fruta o la ensalada.

Expertos en longevidad han estudiado los beneficios y la manera en la que debe practicarse el ayuno intermitente y han llegado a la conclusión de que el más viable a largo plazo es el 16:8, es decir, 16 horas de ayuno y 8 horas de ingesta de alimentos. Así lo explicaba a LeClan el 'biohacker' experto en temas de longevidad, Gonzalo Ruiz Utrilla.

"En mi caso y desde una perspectiva de longevidad, entreno a primera hora de la mañana en ayunas. Este enfoque tiene efectos compuestos que van más allá del entrenamiento en sí, ya que amplío la ventana de ayuno y potencio los valles bajos de insulina", explica el experto. "Si el ayuno lo acompañamos únicamente de café negro, por tanto sin calorías, actuaríamos también sobre vías de reparación celular como AMPK y autofagia", afirma.

La importancia del ayuno intermitente y sus beneficios no radica únicamente en cuándo se come o cuándo se realiza actividad física, es fundamental estructurar el día de manera que podamos maximizar el tiempo de reparación del cuerpo, reducir la carga glucémica y favorecer la adaptación fisiológica a largo plazo. Si estás pensando comenzar esta práctica, ya sabes que el verano es tu momento ideal.