Salud Bienestar

La planta que ayuda a mejorar la memoria, combate la demencia y fortalece el cerebro

Ginkgo biloba. Fuente: Canva.

elEconomista.es

Ginkgo biloba. Para muchos, un nombre totalmente desconocido. Ahora bien, para otros se trata de un planta medicinal que procede de Asia y cuyas hojas se han empleado desde hace más de 2.000 años frente a diversas dolencias, estrechamente vinculadas con el flujo sanguíneo y el cerebro.

De hecho, para los monjes chinos se trata de algo sagrado que se transmite de generación en generación. Eso sí, donde más se cultiva por su carácter medicinal en la actualidad es en Estados Unidos (Carolina del Sur), Europa (suroeste de Francia) y Corea.

Propiedades

Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según varios expertos:

  • Mejora la circulación sanguínea. Actúa como vasodilatador, ayudando a perfeccionar el flujo de sangre en todo el cuerpo. Es útil, además, para individuos con manos y pies fríos, problemas de circulación periférica...
  • Mejora la memoria y la concentración. Aumenta el flujo sanguíneo al cerebro; mejora el rendimiento mental, la atención y la claridad mental -en especial en adultos mayores- y se ha empleado como apoyo en casos de deterioro cognitivo leve o inicio de Alzheimer.
  • Puede mejorar ciertos problemas visuales asociados a la diabetes y a la degeneración macular senil.
  • Reduce el estrés y la ansiedad. Posee un efecto adaptógeno leve, lo cual ayuda a regular la respuesta del cuerpo al estrés.
  • Alivia los zumbidos en los oídos. Puede mejorar la circulación en el oído interno y aliviar el zumbido en determinados casos, pese a no tener un 100% de efectividad.
  • Protege las neuronas contra daños. Esto puede ser útil en enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, Alzheimer o demencia vascular.

A tener en cuenta

Se puede encontrar en comprimidos, en extractos líquidos o en geles. Ahora bien, no está recomendado su uso en personas que hayan sufrido algún episodio de epilepsia, debido a que esta planta puede causar convulsiones tanto a corto como a largo plazo.

Tampoco se recomienda consumir en caso de estar embarazada, querer estarlo o en periodo de lactancia. Por si fuera poco, sus hojas desecadas se emplean para hacer infusiones, que generalmente acompañan al té y a otras hojas. Para cualquiera de estas formas, es recomendable consultar con un médico y despejar todas las dudas para evitar males mayores.