Salud Bienestar
La dieta rica en proteínas, grasas saludables y que aumenta la sensación de saciedad
- Un peso saludable nos permite mantener una buena calidad de vida y un estado de salud correcto
- Ni en la nevera ni en el frutero: este es el lugar ideal para guardar las uvas durante más tiempo sin que se pudran
- Cuál es el efecto del jugo de betabel en los riñones
Raúl González Pérez
Mantener un peso saludable, como bien todos sabemos, es muy positivo para nuestra salud. Más allá de lo previsible, ayuda a bajar nuestro riesgo de desarrollar problemas graves de salud como la diabetes tipo 2, las enfermedades del corazón y la presión arterial alta.
Beneficios
Entre las ventajas de tener un peso acorde a nuestra edad y condiciones, cabe destacar las siguientes:
- Dormir mejor. Cuando hay exceso de peso aparece la apnea del sueño, la obstrucción de las vías respiratorias...
- Evitar enfermedades como diabetes, presión alta, colesterol alto, dolores musculares y articulares.
- Tener una vida sexual activa y plena. Nuestro peso favorecerá que estemos más activos a nivel sexual.
- Sentirnos bien anímicamente. Cuando nos sentimos bien emocionalmente, todo fluye de modo diferente, haciendo que nos sintamos mejor en todos los aspectos de la vida.
- Una buena condición física provoca que podamos hacer actividades, salir a comprar, caminar, hacer recados, subir y bajar escaleras...
En profundidad
Por lo general, un gran porcentaje depende de los hábitos alimenticios. Y por ello debemos consumir frutas y verduras que, además de aportar vitaminas a nuestro organismo, son una gran fuente de fibra que nos ayudarán a regular mucho nuestro sistema digestivo.
En los últimas días, se ha viralizado en redes sociales la dieta del huevo, en la que se consumen verduras y ciertas frutas. Al parecer, es un plan que consiste en incluir huevos en, al menos, una comida al día.
Más detalles
Y es que son muy ricos en proteínas, grasas saludables, aumentan la sensación de saciedad y son muy bajos de calorías. Además de huevos, se permiten:
- Proteínas magras: pollo, pavo, solomillo y pescado, incluidos atún, salmón y bacalao.
- Algo de pan.
- Frutas bajas en azúcar natural: limones, naranjas y pomelos.
- Verduras de hoja verde (espinacas y rúcula) y otras verduras sin almidón (pimientos y champiñones).
Lo que no se puede comer, conviene señalar, son productos lácteos (yogur, leche y queso), cereales (pasta y avena), carnes procesadas (salchichas y tocino), verduras con almidón (guisantes y maíz), alimentos y bebidas con azúcar añadido y frutas con grandes cantidades de azúcar natural.