Esta es la razón por la que el agua con gas podría ser buena para perder peso, según un estudio

El agua con gas podría ayudar a acelerar el metabolismo lo suficiente como para lograr una pérdida de peso considerable, según un estudio publicado en la revista BMJ Nutrition, Prevention & Health. El principal autor de este estudio y médico del Hospital de Neurocirugía de Tesseikai (Japón), Akira Takahashi, afirma que el agua con gas puede ayudar a reducir los niveles de glucosa, aunque también matizó la importancia de una dieta equilibrada y de actividad física.

Este médico estudió la forma en la que el agua con gas se digiere en el organismo y lo comparó con los procesos de hemodiálisis, un tratamiento mediante el cual se filtra la sangre a través de los riñones. Una de las principales conclusiones fue que la absorción del agua con gas a través del revestimiento del estómago podría provocar la alcalinización del CO? contenido en el agua.

No es un "milagro"

Este mismo mecanismo podría provocar un aumento del metabolismo y acelerar la absorción de glucosa, lo que indirectamente favorecería la pérdida de peso. Si bien, los expertos hacen hincapié en que esto está muy lejos de ser algo "milagroso" para adelgazar. "Dada esta reducción mínima de la glucosa, el impacto del CO? en el agua carbonatada no es una solución autónoma para perder peso. Una dieta equilibrada y una actividad física regular siguen siendo componentes cruciales de una gestión sostenible del peso", afirma Takahashi.

Por esta razón, no han sido pocas las críticas a este estudio, de hecho, se señaló que el agua carbonatada podría tener efectos no deseados en el sistema digestivo, como hinchazón, gases o trastornos digestivos, especialmente en personas con problemas gastrointestinales previos. No obstante, el equipo de investigadores subrayó que se trata de un breve informe teórico sin datos experimentales que respalden la afirmación.

Por su parte, Keith Frayn, catedrático emérito de Metabolismo Humano de la Universidad de Oxford (Reino Unido) añadió que el impacto del agua con gas no llevaría realmente a una pérdida de peso por la reducción de glucosa en sangre, sino que sería más bien por un efecto de sensación de saciedad.