Debate entre el kiwi verde y el kiwi amarillo: ¿Cuál es la opción más saludable, según su contenido en vitamina C y fibra?
- Ambas opciones presentan gran cantidad de beneficios, dependiendo del objetivo nutricional que se busque
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Arianna Villaescusa
El kiwi es una de las frutas que mayor contenido en vitamina C aportan al organismo. Si bien, desde la Fundación Española de la Nutrición matizan que "es una baya con forma de elipse y cubierta de una piel repleta de vellosidades". España es uno de los mayores consumidores de kiwi de toda Europa, con una media de 2,7 kilogramos por persona y año.
Esta fruta presenta dos principales variedades disponibles en tiendas y supermercados: el verde y el amarillo. A pesar de que se trata de la misma fruta, la realidad es que ambas tienen diferencias significativas, empezando especialmente por sus orígenes.
El kiwi verde, la variedad más antigua
En el caso del kiwi verde, este es el tipo más antiguo y proviene de China y las primeras plantas viajaron a Nueva Zelanda a principios del siglo XX, popularizando esta fruta en este país. El kiwi amarillo, por otra parte, surge de procesos de innovación que se desarrollaron a finales de los 90, con el objetivo de encontrar una categoría más dulce y menos ácida.
Solo una pieza de esta fruta ya aporta gran parte de la vitamina C que necesita un adulto en su ingesta diaria. Además, contiene actinidina, una enzima que ayuda en la digestión de las proteínas, y gran cantidad de beneficios. Tanto en su versión verde como en la amarilla existe gran cantidad de buenas propiedades.
Alto contenido en fibra
En el caso del kiwi amarillo, este tiene más cantidad de vitamina C —aunque ambos presentan cantidades considerables— y es más dulce. Sin embargo, el verde tiene mayor contenido en fibra y ayuda a mejorar el tránsito intestinal. La piel del kiwi verde es más áspera que la del amarillo, por lo que el consumo de la cáscara de este último suele ser más agradable para los usuarios. Por esta razón, son igual de buenas dependiendo del objetivo nutritivo que se tenga en cada momento.
Los expertos recomiendan un óptimo almacenaje de esta fruta para lograr que se conserve en buen estado el máximo tiempo posible. Por ello, es preferible mantenerlos aislados de frutas como manzanas o plátanos que tienen a acelerar su maduración. Una vez estén maduros, lo mejor es guardarlos en el cajón de las verduras del frigorífico, ya que tiene las condiciones ideales para su conservación.