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Las cuatro semillas que consumimos en España para alcanzar la longevidad hasta los 100 años

Surtido de semillas sobre un fondo blanco. Firma: iStock

elEconomista.es

Las personas cada vez vivimos más años y la esperanza de vida va aumentando progresivamente. De esto tiene culpa en gran parte los avances científicos en materia de salud pero también las mejoras en la nutrición, ya que existen alimentos que contribuyen a conseguir una vida más larga y saludable.

En concreto, hay cuatro semillas que contribuyen a tener más años de vida. Estas tienen pocas calorías que ayudan a controlar el peso, con un alto contenido en fibra que aumenta la sensación de saciedad y ralentizando la digestión y la absorción de nutrientes. Las semillas son la de chía, lino, cáñamo y calabaza.

Desde la Antigüedad, estas semillas han destacado por su valor nutricional y terapéutico, aprovechando sus propiedades medicinales. En el caso de las semillas de sésamo, en la antigua China destacaban por contribuir la longevidad y la mejora de la circulación sanguínea. Los aztecas tomaban la chía para conseguir fuerza y resistencia.

Estos pequeños alimentos contienen grasas saludables como ácidos grasos esenciales como el omega-3 que ayudan en procesos metabólicos. Son alimentos ricos en proteínas y nutrientes, además en vitaminas y minerales que contribuyen a la salud cardiovascular.

Semillas de chía

De pequeño tamaño, son ricas en omega-3, fibras y proteínas. Estas componentes ayudan a disminuir el riesgo de padecer una enfermedad crónica como problemas cardiovasculares, diabetes u obesidad. También contiene un alto valor en antioxidantes que luchan contra los radicales libres que incrementan el proceso de envejecimiento. Mejora la salud del corazón y regula el azúcar en sangre. Las semillas de chía tienen un bajo índice glucémico y mantienen el nivel de azúcar controlado.

Semillas de lino o linaza

Comer sus pipas ricas en ácidos grasos omega-3, lignanos y fibra reducen los niveles de colesterol y la presión arterial. Los lignanos tienen propiedades antioxidantes y actúan como fitoestrógenos que pueden ayudar a prevenir cánceres hormonodependientes.

Semillas de cáñamo

Están compuestas por todos los aminoácidos esenciales que ayudan al organismo a su correcto funcionamiento. Mejoran la función cognitiva y la salud cardiovascular al contener ácidos grasos esenciales.

Semillas de calabaza

Ricas en magnesio, un mineral que participa en más de 300 reacciones bioquímicas del organismo como regular el azúcar en sangre y la presión arterial. El magnesio reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales.

Cómo implementar estas semillas en la dieta

Por ejemplo, puedes añadirlas a batidos, yogurt o espolvorearlas sobre ensaladas, sopas o platos de verduras. También puedes molerlas y usarlas como harina para preparar muffins o galletas.