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Ozempic vs. Mounjaro: ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos?

Ozempic y Mounjaro / Foto: iStock

elEconomista.es

Hace unos meses, el mercado farmacéutico veía una auténtica revolución con la popularización de una serie de fármacos indicados para el control glucémico de pacientes con diabetes tipo 2, que como consecuencia provocaban una gran pérdida de peso.

Este es especialmente el caso del medicamento Ozempic, al que pronto surgieron otros similares como Rybelsus o Wegovy, entre otros. A pesar de que se trata de un producto formulado para tratar la diabetes, sus ventas se han disparado especialmente debido a que miles de personas lo han utilizado como método efectivo para la pérdida de peso, ya que esta es uno de los efectos secundarios de su uso.

¿Qué son las sustancias agonistas?

Este medicamento actúa como "potenciador" del péptido similar al glucagón-1, una hormona natural liberada por las células en el intestino que ayuda a liberar más insulina durante las comidas y mantener estable el nivel de glucosa en sangre.

Este tipo de medicamentos se les conoce como "agonistas", es decir, sustancias capaces de unirse a un receptor celular y provocar una acción determinada en la célula. La diferencia entre Ozempic y Mounjaro es que, mientras el primero actúa sobre un único receptor —GLP-1—, el segundo lo hace de forma dual, es decir, sobre los receptores GIP y GLP-1. No obstante, esta principal diferencia hace que también tengan efectos distintos.

Síntomas similares en ambos casos

Según Blue Healthcare, la administración de ambos medicamentos se hace de la misma forma y en ambos casos los síntomas son muy similares: náuseas, vómitos, diarrea, disminución del apetito, dolor abdominal y diarrea. No obstante, en el caso de Mounjaro, el precio es algo mayor que el de Ozempic —unos 100 euros más de media—, aunque parece ofrecer resultados más prometedores.

Por otra parte, expertos han asegurado que con Ozempic, la pérdida de peso es de entre el 5 y el 10% de la masa inicial después de seis meses de tratamiento. Mounjaro, en cambio, consigue una pérdida de entre el 10 y el 15% desde el primer momento de su uso.

En el caso de Mounjaro como de Ozempic, ambos pueden conllevar graves efectos secundarios, que pueden ir desde la inflamación del páncreas hasta hipoglucemia. En cualquier caso, se recomienda consultar con el médico antes de iniciar cualquier tratamiento.