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Marta Andreu, dermatóloga: "El daño solar es irreversible y acumulativo. Una quemadura hoy tendrá consecuencias dentro de diez años"

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elEconomista.es

La primera exposición solar del verano después de varios meses de invierno puede conllevar gran cantidad de peligros, según explican los profesionales del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa. "La piel no está preparada para recibir una exposición prolongada al sol, está vulnerable y es propensa a sufrir una quemadura solar, daño al ADN celular y al sistema inmunológico de la piel", alertan los especialistas.

Los meses de otoño, invierno y primavera la piel apenas está expuesta al sol, lo que hace que se reduzca considerablemente la producción de melanina, el pigmento natural que favorece la fotoprotección. A esto se añade que la piel no ha puesto en marcha su respuesta inmunológica fotoprotectora, que se va activando tras las primeras exposiciones progresivas y controladas, y tiene una barrera epidérmica más fina, ofreciendo una menor protección ante el daño de los rayos ultravioleta.

Según Marta Andreu, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Vithas Madrid, "todos estos factores hacen que la piel esté indefensa ante la primera exposición solar y puede sufrir múltiples daños inmediatos y a largo plazo". Por ello, es importante conocer este tipo de riesgos los primeros días de playa o piscina. "Hay que ser conscientes de que una quemadura no solo es algo llamativo a simple vista, sino que supone una inflamación aguda de la piel que provoca un daño directo al ADN de las células", explica la dermatóloga.

Las consecuencias de las quemaduras solares

Las quemaduras solares también precipitan el envejecimiento cutáneo, favoreciendo la aparición de arrugas, manchas o flacidez y aumentan el riesgo de sufrir un melanoma y un cáncer de piel no melanoma, como puede ser el carcinoma basocelular y espinocelular.

La Sociedad Española de Oncología Médica espera que los nuevos casos de melanoma aumenten un 19% en 2025 con respecto al año anterior, alcanzando los 9.408 nuevos casos en España. "Existe la falsa creencia de que broncearse poco a poco es seguro, pero lo cierto es que la exposición de forma repetida, aunque sea moderada, suma daño acumulativo y el bronceado es un reflejo de que nuestra piel se defiende contra el sol. No debería ser un objetivo el ponerse moreno", añade la doctora.

Un cáncer prevenible

"El daño solar es irreversible y acumulativo, una quemadura hoy tendrá consecuencias dentro de diez años, una quemadura durante la infancia duplica el riesgo de cáncer en la edad adulta y cinco quemaduras con ampollas entre los 15 y los 20 años aumentan el riesgo de melanoma un 80%", advierte Andreu.

El cáncer de piel es uno de los más comunes, pero también es de los más fáciles de prevenir y detectar a tiempo. Por ello, lo recomendable es realizarse una revisión dermatológica anual para detectar lesiones sospechosas, particularmente en personas con lunares grandes, asimétricos, antecedentes personales o familiares de melanoma o nevus displásicos.

Además, los expertos recomiendan evitar la exposición solar entre las 10:00 y las 17:00 horas, siempre utilizando protector solar de factor 50, al menos media hora antes de exponerse al sol.