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Pólipos en el colon: qué son, cómo prevenirlos, sus síntomas y opciones de tratamiento

Imagen de archivo. | Fuente: iStock

elEconomista.es

Cuando se habla de pólipo se hace referencia a una parte de tejido adicional que crece en el cuerpo, en este caso, en la zona del intestino grueso o colon. En la mayoría de los casos no son peligrosos, pero sí que algunos de ellos pueden convertirse en cáncer o ser ya cancerígenos. Por esta razón, es habitual que los médicos lleven a cabo una exhaustiva vigilancia de estos, extirpándolos en la mayoría de los casos.

En términos generales, la probabilidad de tener pólipos en el intestino aumenta si se tiene más de 50 años, se han tenido pólipos en algún momento de sus vidas o tiene antecedentes familiares de pólipos o cáncer de colon. Partiendo de estos factores de riesgo, la forma de prevenirlos es gracias a las pruebas de detección tempranas.

Una de las particularidades de esta enfermedad es que no suele causar síntomas y en los casos en los que se presentan síntomas estos pueden incluir la pérdida de sangre después de las evacuaciones o en estas o bien estreñimiento o diarrea que perdura durante más de una semana.

Tratamiento

El mejor tratamiento pasa por la extirpación del pólipo durante la colonoscopia y cuanto mayor sea este, mayor es el riesgo de que sea cancerígeno o que pueda convertirse en tal. Concretamente, existen dos tipos principalmente: los adenomatosos, que constan de células ganglionares que recubren el interior del intestino grueso, o pólipos no adenomatosos, que pueden desarrollarse a partir de muchos tipos de células, incluidas las no glandulares.

Por otra parte, existen algunas enfermedades hereditarias que suelen derivar en este tipo de afecciones, como es el caso del síndrome de Peutz-Jeghers. Esta enfermedad presenta pólipos pequeños en el estómago, intestino delgado e intestino grueso. Además, también tienen numerosos puntos de color azul negruzco en la cara, en el interior de la boca y en las manos y pies, aunque tienden a desaparecer con la pubertad.

Se estima que más del 40% de las personas mayores de 50 años tienen pólipos en el momento en el que se les hace una colonoscopia. Siempre y cuando se detecten a tiempo y se traten adecuadamente no suponen un riesgo grave para la salud. Por otra parte, una dieta rica en fibra, fruta y verdura, así como un moderado consumo de carnes rojas, procesadas o muy cocinadas, así como la evitación del consumo de alcohol en la medida de lo posible es importante para ayudar a prevenirlos.