Salud Bienestar

Esto es lo que provoca el calor en tu cerebro y cómo evitar que afecte a tus emociones

Imagen de archivo. | Fuente: iStock

Arianna Villaescusa

La llegada del verano está cada vez más cerca y con ello el aumento de las temperaturas, lo que significa una buena noticia para algunos y una mala para otros. Para aquellos que no son partidarios de esta época del año, los efectos del calor pueden ser especialmente negativos, especialmente en lo que se refiere a la función del cerebro, incidiendo sobre aspectos como la memoria, la concentración o, incluso, la estabilidad emocional.

"El calor puede afectar varias áreas del rendimiento cognitivo, incluida la atención, la memoria a corto plazo y la toma de decisiones. Cuando el cuerpo se sobrecalienta, los recursos se desvían del cerebro para regular la temperatura central, lo que puede disminuir la velocidad de procesamiento y reducir la claridad mental", explica el neurólogo Steven Allder y según recoge Independent.

Esto supone que las personas tengan más dificultad de concentrarse, resolver problemas sencillos o retener la información, algo que es particularmente visible cuando se produce una exposición prolongada al calor o la falta de hidratación. Por otra parte, estas altas temperaturas también afectan a las emociones: "Hay cada vez más evidencia que vincula las temperaturas más altas con la inestabilidad emocional", incide Allder.

Otros síntomas

Entre los principales síntomas psicológicos del aumento de temperaturas se encuentran algunos como:

  • Mayor irritabilidad.
  • Frustración.
  • Agresividad.
  • Alteraciones del sueño.
  • Malestar.
  • Fatiga mental.

En relación con esto último, "la fatiga mental durante la exposición al calor es particularmente común cuando la hidratación es inadecuada o cuando las personas están expuestas a períodos prolongados de calor sin un descanso o enfriamiento adecuados". Si bien, no todos son puntos negativos, de hecho, en las época de buen tiempo y de sol, se produce más serotonina, lo que mejora el estado de ánimo, el sueño y el equilibrio emocional general. Además, mayores niveles de vitamina D están también vinculados a una mejor salud mental.

Hábitos a tener en cuenta

A pesar de que con el tiempo y la exposición al calor el cerebro es capaz de adaptarse gradualmente, es posible que no se logre evitar del todo este "estrés emocional", pues también depende de múltiples factores como la edad, el físico u otras condiciones de salud.

En cuanto a los hábitos o acciones que podemos llevar a cabo para proteger el cerebro del calor, resulta esencial una buena hidratación, pues la falta de líquidos en el cerebro, por leve que sea, puede tener consecuencias negativas en este. En los meses de verano, resulta crucial evitar las horas de más calor, utilizar ropa ligera y de colores claros y valerse de aparatos como los ventiladores o el aire acondicionado. Además, es también muy importante evitar las comidas pesadas y mantener una buena higiene del sueño.