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Una investigación demuestra que los relojes digitales podrían ayudar a gestionar las crisis hormonales frecuentes en tumores neuroendocrinos

Los relojes digitales son más que simples dispositivos para medir el tiempo. Fuente: Pexels.

elEconomista.es

El Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos y Endocrinos (GETNE) está desarrollando un estudio que explora el uso de dispositivos 'wearables', como los relojes digitales, en la monitorización de parámetros cardiovasculares que permitan predecir y gestionar mejor las crisis hormonales que sufren hasta un 30 por ciento de los pacientes de tumores neuroendocrinos.

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"Los pacientes pueden pasar de sentirse perfectamente bien a experimentar, de manera repentina, sudoración intensa, taquicardia, erupción cutánea y temblores. En los casos más graves, como los asociados a insulinomas o glucagonomas, estos episodios pueden derivar en crisis severas que requieren atención médica inmediata debido a alteraciones críticas en los niveles de azúcar en sangre", ha explicado el jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, Enrique Grande, quien forma parte de la junta directiva del GETNE.

Según ha detallado Grande, la imprevisibilidad de estos episodios impacta de forma significativa en los pacientes, que tienden a aislarse socialmente y a restringir sus actividades cotidianas por miedo a sufrir una crisis en público. "No es solo el malestar físico, sino la constante incertidumbre de pensar 'y si me pasara' lo que deteriora significativamente su calidad de vida", ha asegurado.

Por otra parte, el desconocimiento sobre los tumores neuroendocrinos afecta a su diagnóstico temprano y al manejo inicial de la enfermedad, suponiendo así otro importante reto. En este sentido, la presidenta de la Asociación de Pacientes con Tumores Neuroendocrinos (NET-España), Blanca Guarás, ha señalado que cerca del 50 por ciento de pacientes es diagnosticado con la enfermedad localmente avanzada o metastásica.

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"Lo habitual es que la primera vez que oímos la palabra 'neuroendocrino' sea al recibir un diagnóstico de este tipo de tumor. Es una experiencia desconcertante que provoca una gran ansiedad y una profunda sensación de soledad", ha añadido Guarás respecto a la falta de información que persiste en la sociedad.

La presidenta de la asociación, quien es también paciente, ha destacado que el desconocimiento repercute en el retraso del diagnóstico, ya que los profesionales "tardan mucho" en sospechar de esta enfermedad. "Los pacientes pasan largo tiempo buscando respuestas y consultando a varios especialistas, por lo que el diagnóstico temprano sigue siendo un reto", ha comentado.

Como método para afrontar los retos de la enfermedad, Blanca Guarás ha apuntado al valor de las asociaciones de pacientes, en las que los afectados pueden encontrar una red de apoyo que sirva como soporte emocional, así como recursos relacionados y acompañamiento durante el curso del tumor.