Las personas con este grupo sanguíneo envejecen más despacio que el resto de la población, según un estudio
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Arianna Villaescusa
Un nuevo estudio ha asociado determinados grupos sanguíneos a una esperanza de vida más larga, así como a una mejor calidad de vida. Si bien, este tipo de investigaciones llevan años haciéndose, de hecho, en 2004 se observó que había más personas centenarias entre aquellas que pertenecían al grupo sanguíneo B. Ese hallazgo se llevó a cabo mediante la comparación de 269 personas mayores de 100 años que residían en Tokio.
El más reciente de ellos tuvo lugar el pasado año, con una muestra de más de 5.000 participantes donde se analizó la edad biológica de 11 órganos diferentes. Esta investigación tuvo lugar a través de la comprobación de los niveles de más de 4.000 proteínas de la sangre. Aunque se observó que el 20% de la población experimenta un envejecimiento acelerado de, al menos, uno de sus órganos. No obstante, otra vez todos los participantes con el grupo sanguíneo B no presentaron deterioro alguno.
La causa principal de esto, según los investigadores, radica en la capacidad de regeneración celular y su gestión del estrés metabólico. Por esta razón, las personas de tipo B tienen el antígeno B en sus glóbulos rojos y producen anticuerpos contra el antígeno A, lo que les permitiría defenderse mejor contra ciertos tipos de estrés que conduce al deterioro prematuro de los órganos.
Un tipo de sangre poco común
Este descubrimiento es especialmente relevante para conocer mejor la salud general, sin embargo, no es lo más habitual pertenecer a este grupo. De hecho, en España los grupos más comunes son el 0 (45%) y en segundo lugar el grupo A (42%), mientras que el resto se reparte entre los grupos B (10%) y AB (3%). Si bien, una mejor o peor calidad de vida no solo tiene que ver con factores genéticos, ya que también contribuyen aspectos como el estilo de vida o la alimentación.
Por esta razón, médicos y nutricionistas recomiendan una dieta equilibrada, la práctica habitual de ejercicio y una óptima gestión del estrés resultan imprescindibles para vivir el máximo número de años y con la mejor salud.