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Un dispositivo cerebro-ordenador permite "hablar" a un paciente con ELA

La ELA es una enfermedad neurodegenerativa que avanza rápidamente en la mayoría de los casos. Fuente: Pexels.

elEconomista.es

No es algo nuevo. Pero sí es una noticia que merece destacarse cada cierto tiempo. Un grupo de investigadores del UC David Health implantaron hace varios meses una serie de sensores en el cerebro de un hombre con un deterioro grave del habla debido a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Y fue todo un éxito.

En profundidad

Según el gran estudio publicado en el 'New England Journal of Medicine', el hombre fue capaz de comunicar su intención a los pocos minutos de activar el sistema. Esta nueva tecnología, como era de esperar, pretende restaurar la comunicación de las personas que no pueden comunicarse debido a la parálisis o a afecciones neurológicas como la ELA.

Para ello, es capaz de interpretar las señales cerebrales cuando el usuario intenta hablar y las convierte en texto, que es a su vez transmitido en voz alta por el ordenador. A pesar de los avances en este campo, los intentos de facilitar la comunicación fueron muy lentos.

Más detalles

"Nuestra tecnología BCI ayudó bastante a un hombre con parálisis a comunicarse con amigos, familiares y cuidadores. Es la neuroprótesis del habla más precisa jamás reportada", reveló de manera contundente David Brandman, co-autor principal del estudio a 'SINC'.

Para desarrollar el sistema, el colectivo inscribió a Casey Harrell, un hombre de 45 años con ELA, en el ensayo clínico Brain Gate. En el momento de su participación, tenía debilidad en los brazos y las piernas. Además, su habla era difícil de entender y requería que otros le ayudaran a interpretarlo.

A tener en cuenta

De ahí que tomaran la decisión de implantar el dispositivo BCI en Harrel. Más concretamente, colocaron cuatro matrices de electrodos en la circunvolución precentral izquierda, una región del cerebro responsable de coordinar el habla. Las matices, al parecer, están diseñadas para registrar la actividad cerebral de 256 electrodos corticales.

"Grabamos desde la parte del cerebro que está tratando de enviar estos comandos a los músculos. Básicamente oímos eso y traducimos los patrones de actividad cerebral a un fonema, como una sílaba o la unidad de oración, y luego las palabras que están tratando de decir", concluyó el neurocientífico Sergey Stavisky, coinvestigador principal del estudio.