Salud Bienestar

La enfermedad autoinmune que llena las consultas: "La persona puede verse altamente limitada en su día a día"

El síndrome de ASIA es una enfermedad autoinmune y es posible asociarlo al uso de implantes mamarios. Fuente: Pexels.

Raúl González Pérez

Aunque para muchas personas el 'síndrome de ASIA (Autoinmune Syndrome Induced by Adjuvants)' sea una denominación desconocida, cabe destacar que es una enfermedad autoinmune/inflamatorio que se atribuye a la exposición a sustancias extrañas al organismo, conocidas como adyuvantes.

Estas, son aquellas que se usan para estimular la respuesta inmunitaria del organismo, como es el caso de la silicona, muy presente en un gran porcentaje de los implantes médicos, incluyendo las prótesis mamarias. Ahora bien, no es exclusivo de estas.

Impactos en la calidad de vida y consecuencias psicológicas

Sobre todo ello hemos hablado desde 'elEconomista.es' con Pilar López (@PilarLopez en LinkedIn), psicóloga sanitaria en Grupo Dictea y Clínica Luces, y Federico López (@doctorfedericolopez en Instagram), director de psiquiatría en Grupo Dictea y gerente de Clínica Luces. Por lo general, los síntomas que los pacientes mencionan de modo más frecuente en la consulta son: fatiga crónica, cansancio, dolor muscular y articular.

Eso sí, además de estos síntomas físicos, conviene señalar los síntoma psicológicos, puesto que la persona puede verse muy limitada en su día a día. De ahí que las consecuencias psicológicas del 'síndrome de ASIA' sean múltiples y variadas. Estas, a juicio de la experta, son:

  • Aislamiento social: muchas personas con este síndrome pueden sentir que su entorno no les entiende, lo que les conlleva a sentir frustración, ira y soledad.
  • Estrés Postraumático: algunas personas con este problema han desarrollado miedo a los tratamientos médicos causado por la falta de validación profesional, esto conlleva además desconfianza hacia los profesionales de la salud.
  • Ansiedad y Depresión: la incertidumbre sobre el diagnóstico de este síndrome y la falta de reconocimiento médico puede generar en la persona un nivel alto de ansiedad, llegando a tener una sensación de desesperanza y tristeza profunda que puede terminar causando depresión.
  • Niebla mental: muchas personas pueden experimentar falta de concentración, memoria y claridad mental. Por este motivo, otra consecuencia es la dificultad laboral, ya que, estos problemas dificultan el desempeño de las actividades laborales.
  • Trastornos del sueño: además, este tipo de trastornos de privación del sueño, normalmente causan mayor irritación, ansiedad y dificultad para sobrellevar el día a día.
  • Distorsión corporal: en el caso de las personas con implantes mamarios, en ocasiones, tras la explantación de los implantes, puede llevar a una distorsión de la imagen corporal de la persona. Volviendo complejos anteriores o generando nuevos con respecto a su realidad corporal.
  • Culpabilidad: en el caso de las operaciones donde se ha implantado implantes por causa estética, suele generarse una culpa muy elevada, ya que, las personas piensan que ha sido algo a causa de su decisión.
  • Falta de autoestima: las persona que cursan este síndrome, en un gran número, presentan una autoestima bastante baja, ya sea por explantación de implantes, o por el mero hecho del transcurso del síndrome, el cual es muy complejo de gestionar a nivel emocional.

La relevancia de acudir a terapia psicológica

Por todo ello, López ha manifestado que "es importante" acudir a un profesional de salud mental, además de dejarse en las manos de profesionales de sanidad especializados en este síndrome. Y es que en la terapia "se trabajan todos los síntomas psicológicos mencionados anteriormente a través de ámbitos eficaces como la rama cognitivo-conductual".

"Animo a todas y cada una de las personas que se sientan identificadas con estos síntomas o tienen algún tipo de sospecha física o psicológica, acudan a profesionales especializados", ha concluido la especialista.

A tener en cuenta

Aunque no existen estudios específicos en la actualidad que vinculen directamente el síndrome inflamatorio autoinmune inducido por adyuvantes (síndrome de ASIA) con trastornos psiquiátricos como, por ejemplo, la depresión, es imprescindible saber reconocer el papel cada vez más destacado de los factores inflamatorios en el campo de la psiquiatría.

De hecho, cada vez más investigaciones exhiben cómo la inflamación crónica, (presente en el 'síndrome de ASIA') que se da en enfermedades autoinmunes o reumáticas, puede influir en el desarrollo de trastornos mentales.

"Enfermedades como la artritis reumatoide, el lupus o la espondilitis anquilosante han revelado una conexión notable entre la activación del sistema inmunológico y la aparición de síntomas psiquiátricos", ha explicado amablemente López. En el caso del lupus, se cree que entre el 15% y el 60% de los pacientes experimentan depresión.

Sí, y entre el 15% y el 60% también muestran síntomas de ansiedad. De modo bastante similar, en pacientes con espondilitis anquilosante, alrededor de un 30% presenta síntomas de depresión y ansiedad.

Esta relación se entiende, entre otros factores, a que la inflamación podría alterar la dinámica de la bioquímica cerebral, afectando neurotransmisores clave ligados con el estado de ánimo, la cognición y el bienestar emocional, como puede ser la dopamina, serotonina o glutamato.

De hecho, un reciente estudio de 2024 publicado en la revista Brain, Behavior and Immunity, encontró una relación directa de los niveles de PCR, Interleukina-6 y TNF alfa (todos ellos marcadores inflamatorios) que permitirían distinguir a aquellos pacientes con depresión de mayor perfil inflamatorio o con alteraciones inmunometabólicas.

Ante este gran panorama, se plantea que la actividad inflamatoria estaría vinculada con la aparición de trastornos como la depresión, así como otros (la ansiedad o la fatiga crónica). Lo cual, evidentemente, abre nuevas vías de investigación para comprender cómo condiciones autoinmunes, como el 'síndrome de ASIA', podrían tener implicaciones para la salud mental.

Si bien esta relación "está aún por estudiar", tal y como recalca el profesional. "Es crucial seguir explorando la interacción entre el sistema inmunoendocrino y el cerebro para desarrollar enfoques terapéuticos integrales que aborden tanto los aspectos físicos como emocionales de la enfermedad", ha concluido López.