Salud Bienestar

La Seguridad Social concede una ayuda para la compra de gafas y lentillas en 2025 para los que cumplan este requisito

Lentillas y gafas

Paula Carreño

En un país en el que más de 24 millones de personas mayores de 15 años usan gafas y/o lentillas (61% de la población total española) es de esperar que aumente la preocupación por la salud visual, sobre todo porque solucionarlos no es precisamente barato. Una montura básica suele rondar los 50 euros, dependiendo de la calidad, aunque lo que dispara realmente el precio son las lentes, que según el número de dioptrías del miope puede llegar a los 150 euros, un coste inasumible para muchos bolsillos.

Si a esto le sumamos que las familias de más de 721.000 menores no pueden permitirse comprarles unas gafas, según el estudio "Radiografía de la pobreza visual infantil en España 2024" de Visión y Vida, el problema se agrava todavía más.

Más de 50 millones para gafas y lentillas

A principios del año pasado la ministra de Sanidad, Mónica García, ya expresó su intención de incluir un plan de ayudas para financiar gafas y lentillas a ciertos colectivos, aunque no fue hasta finales de 2024 cuando dio más detalles. Fue precisamente en la Comisión de Sanidad del Congreso que se celebró en diciembre cuando anunció que su ministerio destinaría casi 50 millones de euros en 2025 para esta causa.

En este contexto, está prevista la creación de un sistema de ayudas directas para facilitar el acceso a gafas y lentillas a las familias "de forma sencilla y ágil", añadiendo que quiere garantizar que "llegue a quienes más lo necesitan". Aunque todavía no se conocen ni fechas ni requisitos claros, el propio carácter igualitario de la medida deja entrever que los principales beneficiarios serán las familias de bajos recursos.

La titular de Sanidad sigue así el ejemplo de otros países europeos que ya tienen implementadas ayudas a las gafas y/o a las lentillas. Es el caso de Francia, que cubre las gafas graduadas (tanto la montura como las lentes) desde enero de 2020, o Alemania, donde los niños y jóvenes menores de 18 años pueden optar a ayudas para reducir el coste de los tratamientos de optometría que les sean necesarios.

Con la vista no te la juegues

Por no poder hacer frente a un gasto de más de 200 euros (precio medio de una gafa graduada con su montura y lentes oftálmicas en 2023 según el Libro Blanco de la Visión) muchos acaban recurriendo a opciones más baratas y de peor calidad. Las gafas baratas -también denominadas premontadas- que encontramos en bazares o gasolineras no solucionan realmente el problema, sino que simplemente actúan como una especie de lupa y no tienen en cuenta las necesidades del ojo que se las pone.

La opción de pasar por quirófano

Los trastornos visuales más conocidos son la miopía, hipermetropía, astigmatismo y la presbicia o vista cansada, esta última muy frecuente sobre todo en trabajadores que usan pantallas para desempeñar su actividad laboral.

La solución de muchos miopes que se encuentran incómodos utilizando gafas y/o lentillas pasa por quirófano, aunque hay otros tantos que optan por realizar cierto tipo de ejercicios visuales para evitar que las dioptrías sigan subiendo.

Sin embargo, tal y como explica el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, no existe ningún estudio científico riguroso que demuestre de forma fehaciente que la realización de ejercicios visuales mejore la visión en los miopes o logre detener la progresión de la miopía. La mejor medida es utilizar una compensación óptica adecuada y ajustada en todo momento a nuestro defecto de refracción.