Salud Bienestar

Guía práctica para el funcionario ante Muface

  • Disponen de 20 días para pasar a la sanidad pública, pero con la mirada puesta en el 15 de enero
  • Si la decisión de Asisa es negativa puede ser el principio del fin de Muface

Javier Ruiz-Tagle
Madrid,

Si usted es uno de los 708.000 funcionario que estaba adscrito a alguna de las aseguradoras que han rechazado continuar en Muface, lo más seguro es que esté inundado por las dudas y navegue con la esperanza de alcanzar alguna certeza. En las siguientes líneas podrá encontrar respuesta a alguna de las incertidumbres, pero hay muchas otras que, como mínimo, no se resolverán antes del 15 de enero.

Lo primero que debe saber si su salud era atendida por SegurCaixa Adeslas o DKV es que hay abierta ahora mismo una ventana para que pueda cursar su traspaso a la sanidad pública. Esta ventana es igual a la que hay todos los años, ya que los funcionarios tienen la potestad de elegir cada año quien se hará cargo de sus necesidades sanitarias.

Sin embargo, al no haber hoy por hoy una renovación en firme de Muface, los funcionarios podrán volver a elegir a quien fían su salud cuando se solvente el acuerdo marco que hoy aún espera licitador. Para esto no hay fecha concreta prevista y solo se remite al momento de la rúbrica del nuevo convenio.

Pero todo lo anterior puede verse sensiblemente afectado si el próximo miércoles Asisa decide firmar con el convenio. Si un funcionario decide esperar a la próxima semana, podrá tratar de cambiar directamente a esta aseguradora, sin pasar por la pública.

En cualquier caso, también es cierto que estos contratos no entran en vigor de un día para otro. Será a las once de la mañana del día 15 de enero cuando se conozca si Asisa participa en la renovación del contrato. Si esto ocurriera, es posible que para mediados de febrero ya estuviera en marcha el nuevo convenio.

Pero, ¿qué ocurre si Asisa decide imitar a DKV y Adeslas y rechaza acudir a la renovación? Pues, sencillamente, que el proceso volvería a la casilla de salida. Y en este caso, sería el Gobierno el que tendría en su mano la decisión de promover un nuevo contrato con un aumento del presupuesto mayor al que se ha conocido hasta ahora, o bien 'dejar morir' el modelo.

i el Gobierno da su brazo a torcer y propone un contrato con condiciones más cercanas a las exigencias de las empresas aseguradoras, se abrirá un nuevo proceso que puede alargarse hasta el mes de abril o mayo. Sería comenzar desde el principio y, según lo estipulado hasta la fecha, las aseguradoras que han prestado servicio hasta la fecha de hoy tendrían que seguir haciéndolo.

Pero si Moncloa opta por acabar con las negociaciones, todos los funcionarios, los 708.000 de DKV y Adeslas, más los 360.000 de Asisa tendrán que pasar de forma progresiva hacia la sanidad pública. Sería entonces cuando el Ejecutivo haría una transferencia presupuestaria a las 17 comunidades autónomas para que puedan lidiar con el aumento significativo de pacientes de un día para otro.

Dado todo el abanico de opciones que, además, pueden ir cambiando según pasan los días, parece lo más sensato, para empezar, esperar al 15 de enero para ver en qué queda la actual renovación del convenio. Si hay acuerdo, el funcionario tendrá dos opciones, Asisa o la sanidad pública. En caso contrario, habrá que esperar algo más hasta que el Gobierno decida qué va a hacer con el mutualismo. En cualquier caso, y como se decía al principio, los funcionarios ya pueden desde hoy pasar a la pública si quieren.