Salud Bienestar

Las dudas de DKV y la presión de CSIF abocan al Gobierno a replantear la oferta de Muface

  • Asisa es la única que se plantea ir a la licitación pero sola no puede con todos los funcionarios

Javier Ruiz-Tagle
Madrid,

Las negociaciones por la renovación de la sanidad privada para los funcionarios aún tiene muchos capítulos por delante. Las últimas novedades, que surgen por las dudas de DKV por respaldar la última oferta del Gobierno más la presión del sindicado mayoritario de los trabajadores públicos, CSIF, pueden derivar en un nuevo fracaso para renovar el mutualismo, por lo que el Gobierno estará abocado a realizar otro esfuerzo presupuestario si quiere mantener su promesa de que no desaparecerá el modelo. A esto se le suma la renuncia de Adeslas.

Ahora mismo, solo Asisa está convencida de acudir a la renovación de Muface. El problema es que asumir a todos los mutualistas (un millón y medio entre funcionarios y beneficiarios) no es posible para una única empresa. Hace falta, al menos, el concurso de dos para que el servicio se mantenga en términos de calidad. Por eso, la dudas de DKV pusieron ayer en vilo al sindicato mayoritario entre los trabajadores públicos.

La aseguradora presidida por Francisco Ivorra actualmente tiene algo más de 363.000 asegurados, es decir, un tercio del total de mutualistas que optan por Muface. Adquirir de golpe el resto de funcionarios supondría un cambio demasiado brusco, además de que Asisa puede no cumplir los requisitos exigidos por la mutualidad en todas las zonas de España.

De manera oficial, DKV asegura que aún no ha dado ningún portazo a la negociación. Su posición definitiva se conocerá a partir del día 7 de enero. "Nosotros aún no hemos dicho nada porque seguimos analizado los pliegos. La semana que viene nos pronunciaremos", comentan a este medio fuentes de la aseguradora propiedad de la alemana Munich RE.

Pero estas dudas provocaron que CSIF escribiera una carta al presidente del Gobierno pidiéndole su implicación para que la negociación no descarrile. El sindicato exige una reunión al Gobierno "al más alto nivel" para analizar la situación de la sanidad de los funcionarios ante, primero, el rechazo de Adeslas a participar en el concierto de Muface, y segundo las dudas que genera la continuidad de la empresa DKV.

Además, el sindicato insta al Gobierno a que haga público "con total transparencia" los informes que les trasladaron las aseguradoras sobre el impacto del concierto, así como la evaluación de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre Muface, que el organismo externalizó y ha realizado AFI.

También CSIF pide a las aseguradoras la máxima responsabilidad ante la gravedad de la situación. "Durante años han colaborado con el modelo de Muface, por lo que les pedimos que no abusen de su situación", han remarcado desde el sindicato. Con todo, el sindicato CSIF asegura que defenderá el modelo de Muface hasta el final y se reserva la adopción de cuántas medidas considere adecuadas para este fin.

Otras compañías

Una de las ventanas que podría salvar la negociación es el concurso de otras firmas. Una de las que ha sonado es Sanitas, que ya estuvo en el concierto hace años, pero la empresa lo descarta a este periódico. Mapfre o Caser fueron otras compañías que formaron parte de Muface y que abandonaron por la nula rentabilidad y la primera también rechaza volver a concursar.

La principal losa para las compañías son las pérdidas que han acumulado en el último trienio las empresas que han prestado el servicio (429 millones de euros hasta entre 2022 y 2024) y la evolución del perfil del funcionario en España. Hoy en día, muchos de los que están adcritos al servicio son jubilados o lo serán en breve, con el consecuente incremento en gastos asociados a la edad del trabajador.