Salud Bienestar
La Fundación IDIS y Accenture elaborarán el espacio de datos de la sanidad privada
- El proyecto digital costará 2,7 millones de euros, de los que el 60% será dinero público
- La estrategia busca avanzar en la medicina de precisión
- La sanidad privada acapara ya una de cada tres intervenciones quirúrgicas
Alicia Sánchez Romero, Javier Ruiz-Tagle
Madrid,
La digitalización y explotación posterior de los datos clínicos en la sanidad privada comenzará en los próximos meses. El proyecto trata de unificar las historias clínicas para poder de esta forma mejorar el manejo de enfermedades que aparezcan en el futuro, tanto a nivel asistencial como en lo que respecta a los recursos humanos y económicos.
El encargado para hacer el trabajo será la Fundación IDIS, que se apoyará en el socio Accenture para digitalizar todos los historiales. El proyecto tendrá un coste de 2,7 millones de euros, de los que el 60% provienen de las arcas públicas y el resto lo desembolsan las entidades privadas. Es decir, vehiculizado a través del Perte de Salud de Vanguardia, el Gobierno desembolsará 1,62 millones de euros y las empresas invertirán 1,1 millones.
Este banco de datos se desarrollará en paralelo a los trabajos que realizarán las administraciones públicas con el mismo objetivo, pero en hospitales y centros de salud públicos. El objetivo final será conseguir la interoperabilidad tanto entre centros de una misma titularidad como de distinta, es decir, entre lo público y lo privado. De esta forma, España estará preparada, mediante el Espacio Nacional de Datos de Salud, para cuando la historia clínica única sea obligatoria por mandato de la Unión Europea.
La Fundación IDIS lo define como un "superproyecto" que le ocupará todo el año 2025 y cuyo plazo de desarrollo vence en junio de 2026. Es decir, la patronal de la sanidad privada tendrá que llevar a cabo toda esta base de datos en tan solo 19 meses. En este sentido, IDIS será una suerte de hub de conexión que enlazaría la asistencia privada con los datos de la sanidad pública, recabados por el Ministerio de Sanidad, que prefiere que IDIS centralice todo el proceso para agilizar los trámites.
Estrategia alineada con el Espacio Europeo de Datos Sanitarios
Esta estrategia se alinea con el Espacio Europeo de Datos Sanitarios. El cometido de esta iniciativa, presentada por la Comisión Europea en 2022, es que los europeos puedan disponer cuando lo necesiten de su historial clínico, independientemente de su ubicación.
Asimismo, Europa también persigue el uso de esta información para impulsar la investigación y mejorar las políticas de salud pública, sobre todo después de la pandemia de Covid-19. Estos datos, según destacan desde la Comisión, "ayudarán a desarrollar tratamientos vitales y medicamentos personalizados, mejorando la preparación europea ante la crisis".
Así las cosas, se prevé que para 2026 el espacio permita el uso primario de los datos, esto es, mejorar la atención médica, mientras que en 2028 se incluirá un registro resumido de prescripciones médicas, que proporcionará una visión general de los tratamientos indicados a los pacientes en toda Europa.
Ya en 2030 se espera que se integren diagnósticos y altas médicas, además del uso secundario de datos electrónicos. Todo ello permitirá que los datos se utilicen en investigaciones, a fin de poder predecir riesgos de salud. Entre 2030 y 2034 se incluirán los datos socioeconómicos, genómicos y de ensayos clínicos, junto con un marco regulatorio que permita el intercambio de datos con países fuera de la Unión Europea. El fin último, por tanto, es agilizar el desarrollo de la medicina personalizada en Europa.
Pero la Fundación IDIS no es nueva en este ámbito. Ya impulsó miHC, mi historia clínica, una plataforma mediante la cual los pacientes de la privada pueden acceder siempre que quieran a su historia clínica. Actualmente, cuenta con más de 230.000 usuarios conectados y 17 entidades adheridas. A través de ella, los pacientes pueden consultar sus informes médicos, pruebas diagnósticas y resultados de manera unificada, reduciendo la duplicidad de pruebas.