Salud Bienestar

La falta de fármacos, la historia interminable que vive el sistema

Un medicamento

Rocío Antolín

La falta de algún que otro medicamento en los estantes de las farmacias, ya sea comunitaria o hospitalaria, se ha convertido en una escena común en el día a día que parece que no tiene fin. A principios de esta semana la lista de problemas de suministro de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) contenía el nombre de 853 medicamentos o presentaciones.

Un problema de suministro puede definirse como una situación en la que las unidades disponibles de un medicamento en el canal farmacéutico son inferiores a las necesidades de consumo nacional.

Existe un amplio abanico de causas que pueden explicar el origen de una falta. Según el vicepresidente en funciones del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof), Juan Pedro Rísquez, este déficit puede ser consecuencia de la concentración de producción en ciertos lugares del planeta. Y es que, Europa, y con ella España, posee una fuerte dependencia del exterior sobre los ingredientes para fabricar medicamentos. Además, afectan los problemas en la fabricación, la escasez de materia prima o las políticas de precios de los tratamientos. También hay que añadir a la lista los incrementos puntuales de la demanda (este es el caso de los antidiabéticos tras empezar a usarse contra la obesidad), conflictos internacionales o el aumento del valor económico de las materias primas.

Respecto a la política de precio de los medicamentos, Portugal decidió subir el valor de las terapias como un intento de solucionar esta situación, pero las faltas son un problema multifactorial. "Es cierto que en España tenemos los fármacos entre los más baratos de Europa, y que eso puede desincentivar, pero si vemos los casos que han sido sonados en los últimos meses todos no se corresponden con tratamientos de un precio muy bajo", apunta Rísquez.

Casi 3.000 faltas

De un año a otro la cifra total de medicamentos en problemas de desabastecimiento ha crecido. Pasó de haber 2.318 presentaciones en 2022 a 2.947 en 2023, según recoge la última memoria de la Aemps. En julio del año pasado, el portfolio de medicamentos de España estaba compuesto por 15.503 terapias (32.992 presentaciones). El 4,28% sufrían algún tipo de problema de suministro. Es más, durante la segunda mitad de 2023, la agencia registró 1.415 faltas frente a las 1.213 un año antes.

En la segunda mitad del año 2023, la falta de capacidad de las instalaciones para producir medicamentos fue el principal detonante de los problemas de suministro. Concretamente, del 36,4% de las faltas. Además, más de dos de cada diez fueron consecuencia del aumento de la demanda – este es el caso de la amoxicilina pediátrica –, y el 18,6% se debieron a complicaciones en la fabricación ajenas a la calidad.

Asimismo, 973 presentaciones que componían la lista requerían de receta para su dispensación mientras que 49 no la necesitaban. Además, 319 solo se utilizaban en los hospitales. "Aunque los problemas de suministro de medicamentos hospitalarios no son los más numerosos, durante este periodo volvieron a suponer el mayor porcentaje según el número de medicamentos autorizados por categoría de prescripción", apunta la agencia española en la memoria.

Si se analizan los problemas de suministro por área terapéutica a la que afectan, la del sistema nervioso fue la más perjudicada en 2023. Y es que, fue testigo de 683 problemas de suministro. Además, se registraron durante el año 450 presentaciones para lidiar con las infecciones en desabastecimiento y 270 indicadas contra el cáncer y enfermedades inmunológicas, según plasma la memoria. Asimismo, había 232 presentaciones de fármacos dirigidos al tracto urinario y metabolismo y 138 para las enfermedades respiratorias.

La mayoría de veces las faltas son muy cortas y casi no se notan gracias a las alternativas terapéuticas. Sin embargo, el mayor problema lo presenta ese porcentaje de medicamentos que no tienen un sustituto. Para ellos, la agencia reguladora cuenta con una serie de mecanismos. Desde una distribución controlada para priorizar a personas sin tratamiento alternativo, autorizaciones excepcionales de comercialización o de fabricación hasta paradas de exportación o importación de medicamentos del exterior.

Los casos más sonados

Hay algunas faltas de fármacos que resuenan más que otras. El desabastecimiento de medicamentos para la diabetes seguramente haya sido el que más miradas ha captado. Fue en la segunda mitad de 2022 cuando empezó a sonar la alarma en España y Trulicity de Lilly, Ozempic de Novo Nordisk y Bydureon de AstraZeneca formaban parte de la lista de la Aemps. La demanda aumentó ante su utilización por personas no diabéticas para la obesidad y los laboratorios no podían hacerla frente.

De hecho, las faltas de Ozempic junto a Wegovy (la arma secreta de Novo Nordisk contra la obesidad) han tenido lugar a nivel mundial, por ejemplo, en Estados Unidos. Es más, la compañía ha tenido que ampliar sus instalaciones. En España solo está autorizado el primero mencionado y, actualmente, sigue en desabastecimiento sin fecha de finalización prevista, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Ese mismo año se produjo otro caso que captó la atención de la sociedad: la falta en los estantes de algunas farmacias de amoxicilina pediátrica, uno de los remedios más comunes en este grupo poblacional. No solo afecto a España, sino también a Europa. Y es que, se produjo un aumento de las infecciones respiratorias que llevaron aparejada una fuerte demanda de este tipo de antibióticos. A día de hoy, hay 21 presentaciones que se encuentran en la lista de desabastecimiento.

Por otra parte, en la segunda mitad de 2023 uno de los problemas de suministro con más gravedad, según clasificó la agencia, fue el de Inyesprin. Se trata de una terapia para la enfermedad tromboembólica y para la fiebre de cualquier causa del laboratorio Aristo Pharma. Como solución, se "autorizó la comercialización excepcional de unidades con caducidad inferior a 6 meses para mitigar el impacto de este problema de suministro", explica la Aemps en su informe sobre los desabastecimientos en el segundo semestre del año pasado. Prevén que se resuelva el 10 de septiembre de 2024.

Fludarabina, un tratamiento para la leucemia de Teva y Accord Healthcare, también se encuentra en la lista de desabastecimientos. La causa es la falta de principio activo para su fabricación. Las autoridades sanitarias prevén que el problema ya esté solucionado el 15 de mayo del presente año.

También está Sotapor. Se trata de un medicamento indicado para diferentes enfermedades cardiovasculares como, por ejemplo, las arritmias ventriculares. Este pertenece a la cartera de Laboratorios Rubió. "La Agencia gestionó la importación de medicación extranjera, para que los pacientes tuvieran acceso a su tratamiento a través de esta vía hasta que finalizase el problema de suministro", explica la Aemps en su informe.

Normalmente la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios conoce las notificaciones por problemas de desabastecimiento por parte de los laboratorios. En concreto, nueve de cada diez veces, lo que facilita la adopción de medidas para impedir que se produzcan o mitigar el problema. De igual importancia, las compañías Viatris Pharmaceuticals, Laboratorios Normon y Teva Pharma fueron las que más alertas por problemas de suministro notificaron a la agencia en la segunda mitad del año pasado.

La faltas de suministro tienen un alto impacto en la eficiencia del sistema y salud de la ciudadanía. Y es que, provoca un aumento de la carga asistencial, entre otros. También afectan a las farmacias. En nueve de cada diez casos estas problemáticas las resuelve el propio farmacéutico gracias a la capacidad legal de sustitución que tiene por otro medicamento en algunos casos, según el Cgcof.

Los farmacéuticos emplean casi 10 horas semanales en resolver las problemáticas ligadas a la escasez de fármacos. Esta actividad profesional conlleva una inversión de recursos humanos, económicos y tiempo. De hecho, está costando a los profesionales de la farmacia de Europa unos 631,56 euros al mes en sueldos.

Entre las medidas que se están llevando a cabo desde la farmacia para poner solución a los desabastecimiento se encuentra el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), que lleva funcionando desde hace una década. Además, en la actualidad trabajan en la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA), como el Machine Learning, que permite anticipar tendencias.

También está Farmahelp, una herramienta de la Organización Farmacéutica Colegial que permite al farmacéutico comunitario conectar con las boticas de su entorno cuando un paciente necesite algún medicamento y por urgencia o incidencias de suministro no se disponga del mismo. En la actualidad, "cuenta ya con más de 10.000 farmacias adheridas que están consiguiendo encontrar más de 30.000 medicamentos al mes", apunta Juan Pedro Rísquez. Por otro lado, proponen a las autoridades sanitarias que reconozcan la capacidad de sustitución de formas farmacéuticas (comprimidos por cápsulas, por ejemplo) por el experto en farmacia ya que permitiría resolver en gran medida estos desabastecimiento. Cabe subrayar que esta solución ya se habilitó "de forma excepcional" durante la crisis de amoxicilinas pediátricas.

Asimismo, Europa prepara una nueva regulación farmacéutica. Uno de los objetivos de esta reformulación es reducir o eliminar los problemas de suministro. Además, justo esta semana se ha presentado la Alianza de Medicamentos Críticos que tendrá la misión de fortalecer las cadenas de suministro y abordar sus vulnerabilidades.