La gestión de datos en la Nube, una posibilidad para transformar la sanidad

La transformación digital se abre paso y avanza inevitablemente en todos los sectores, incluido en nuestra sanidad. Esto está transformando el Sistema Nacional de Salud (SNS), y cada vez son más los entes públicos los que apuestan por tecnologías basadas en Big Data, el Internet de las Cosas (IoT) o la reciente Inteligencia Artificial (IA) para el uso inteligente de los datos. Son algunas conclusiones del informe La gestión de datos de salud en España mediante servicios en la Nube que ha elaborado PwC España, en el que se destaca el papel que puede jugar la Nube en la transformación del sistema de salud, a la vez que se da cumplimiento a todos los requerimientos técnicos y legales.

Con la llegada de los fondos Next Gen de la UE para la recuperación económica tras la pandemia, esta inversión también está suponiendo una oportunidad para la digitalización, uno de sus principales objetivos. Y es que España realizará una inversión de 850 millones de euros en salud digital hasta el año 2026, de los cuales en este 2023, Salud Digital ha contado con 224 millones de euros que han sido repartidos entre las comunidades autónomas (algo más de 100 millones) y por la secretaría general de Salud Digital (aproximadamente 90 millones).

La pandemia ha sido el punto de inflexión tanto para la sociedad como para los sectores económicos tal y como los conocemos. Sin duda, la salud y el sistema sanitario en general ha ganado importancia entre los españoles, a pesar de que antes del Covid-19 ya era uno de los pilares de nuestra sociedad. Desde entonces, en cada encuesta realizada por el CIS, la sanidad ha estado siempre en el top 5 de las principales preocupaciones de los españoles, siendo incluso la tercera tras los problemas de índole económica y política en varios periodos a lo largo de 2022.

Por esto, y ante la percepción del 85,5% de los encuestados por el CIS, que creen que el sistema sanitario español necesita cambios, son muchos los gobiernos autonómicos que están apostando por una transformación digital profunda. Son ya pocos los ciudadanos que no tienen acceso a una aplicación en su smartphone en el que pueden pedir una cita o comprobar su medicación, pero algunos como el Servicio Cántabro de Salud han ido un paso más allá. En este caso, la implantación de soluciones en infraestructura de computación en la Nube para mejorar la atención al ciudadano, con ejemplos como la aplicación CAÑÍA, destinada a la lectura automatizada de test de antígenos Covid-19 y que incluso fue galardonada en 2022 como mejor Proyecto de Innovación en Salud Digital, es tan solo un ejemplo de "las facilidades técnicas y comerciales" que aportan proveedores como Amazon Web Services (AWS), según declara Santiago García Blanco, que fue Director general de transformación digital y relaciones con los usuarios de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria.

La colaboración con PwC

De hecho, recientemente AWS y la consultora PwC llegaron en septiembre a un acuerdo estratégico que potenciará la oferta de servicios de PwC en aspectos como la migración a la Nube, el análisis de datos, la ciberseguridad, la gestión de riesgos y la experiencia de cliente, entre otros.

De esta manera, los sistemas sanitarios que cuenten con esta tecnología podrán ir avanzando hacia la medicina de las 5P: Preventiva, Predictiva, Personalizada, Participativa y Poblacional. Es a través de esta digitalización como el paciente puede "empoderarse": mediante una mayor participación en la toma de decisiones sobre su enfermedad, gracias a una mejora en la accesibilidad y el establecimiento de nuevos canales de entrada al sistema sanitario.

Los servicios en la Nube permiten una gestión masiva y eficiente de los datos, incrementando la disponibilidad y accesibilidad a los mismos, lo que está facilitando el desarrollo de soluciones innovadoras que contribuyen a la mejora del sistema sanitario en diferentes ámbitos. Entre ellos, el almacenamiento es fundamental para reducir los tiempos de investigación y avanzar en terapias más personalizadas. De esta manera se logra una eficiencia clínica y una mejora en los diagnósticos y en la prevención de enfermedades, todo ello mediante la interoperabilidad, la compartición segura y la gestión inteligente de los datos, que permite el desarrollo de nuevas soluciones habilitando una mejora significativa en los procesos asistenciales.