NK5 puja por las clínicas capilares Svenson tras su caída en concurso de acreedores
- La firma especializada en reestructuraciones ofrece 13 millones por la unidad productiva de la firma
- El coronavirus hundió las ventas de la compañía y obligó a renegociar su pasivo
Cristian Reche, Javier Ruiz-Tagle
Madrid,
Los clásicos centros de medicina y estética capilar Svenson entran en concurso de acreedores. Con la llegada de la pandemia del coronavirus, la facturación de la compañía cayó en picado y, pese a la posterior recuperación del negocio, los administradores han decidido presentar concurso de acreedores con una oferta de compra por la compañía. Según consta en el edicto emitido por el Juzgado de lo Mercantil, la firma tiene un pasivo de 22,7 millones de euros y un activo que roza los cuatro millones.
La comunicación realizada por Svenson del concurso llega acompañada de una oferta para dar viabilidad a la actividad empresarial. La puja llega de la mano de NK5, compañía especializada en reestructuraciones y que ha participado en otros rescates como el de Valenciana de Aluminio Baux. La firma, que en 2017 fue adquirida por la gestora 4Advanced, ha utilizado la nueva ley concursal para realizar una oferta por la unidad productiva que asciende a los 13,2 millones de euros. Dentro de esta cantidad, se destinarán 6,5 millones de euros correspondientes a clientes que aún tenían pendiente tratamiento con fecha de 30 de noviembre de 2022.
También se destinarán 1,7 millones de euros a proveedores estratégicos por negociar y, por otro lado, poco más de cuatro millones de euros en concepto de pasivos laborales que habría tenido que abonar la compañía en concepto de indemnización por despido de no ejecutarse la oferta.
Este último apartado permitirá que 321 empleados conserven tanto su puesto de trabajo como las condiciones laborales que tienen. Sin embargo, habrá 44 trabajadores a los que no se le aplica el rescate y otros seis que han renunciado a su puesto de trabajo, según Svenson. En cuanto a clínicas, 32 seguirán estando activas, mientras que seis (dos en Madrid, una en Alcalá de Henares, otra en Almería y dos en Portugal) no entran dentro de la oferta presentada por NK5.
KPMG Abogados ha sido designado como administrador concursal del proceso. La firma está analizando la oferta de NK5 y emitirá un informe vinculante en las próximas semanas. El concurso tiene la puerta abierta para que puedan aparecer otras ofertas por Svenson, en cuyo caso se extendería el calendario del concurso, si bien las fuentes consultadas dan pocas posibilidades a este extremo.
Un portavoz de Svenson destaca a elEconomista.es que la entrada en concurso no ha afectado a la actividad ordinaria de Svenson, ni con sus proveedores ni con sus clientes, y apuesta por el relanzamiento del proyecto de la mano de NK5, que mantendrá al actual equipo directivo.
Golpe del coronavirus
La entrada en concurso de la compañía llega tras varios años de malos resultados. En 2020, de acuerdo a las últimas cifras del Registro Mercantil, la compañía cerró con un patrimonio negativo y en causa de disolución, que se esquivó gracias a la moratoria concursal implantada por el Gobierno (Real Decreto 463/2020) a raíz de la pandemia, en la que no se contabilizaban las pérdidas ocasionadas durante el primer año de crisis sanitaria.
La cifra de negocios del grupo fue de 16 millones de euros (un 19% menos que en 2019, cuando fue de 20 millones de euros y muy lejos de los 31,8 millones que la compañía llegó a facturar en 2015), apoyado en la prestación de servicios médico-cosméticos y quirúrgicos por tratamientos médico-capilares y microinjertos. Con actividad dentro y fuera de España, la mayoría del negocio se concentra en el territorio nacional.
La caída de ventas se tradujo en un cierre de ejercicio en pérdidas. Los números rojos pasaron de cinco millones en 2019 a 12 millones de euros en 2020. En la información remitida al juzgado, NK5 explica que la compañía siguió desarrollando su actividad cosechando un resultado bruto de explotación negativo hasta noviembre de 2022.
La situación no pasó desapercibida para Deloitte, el auditor de la compañía, que expresó salvedades, entre otros motivos, por la clasificación de pasivo no corriente parte de la deuda (16,4 millones de euros) que se reestructuró en su último acuerdo con los acreedores, con quien acordó una extensión de los vencimientos de pago y la entrada de financiación adicional.
La opinión de auditoría del ejercicio anterior contenía una salvedad por el mismo concepto, si bien en esta última ocasión también manifestó dudas por cómo se contabilizaron las desinversiones de Svenson de sus negocios en Alemania (Svenson Haar GmbH) y Suiza (Svenson AG) en 2020. Por todo ello, Deloitte apuntaba la "existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento".