Idis asegura que un aumento del 10% en el gasto farmacéutico hospitalario per cápita ahorra 52 millones
- Las trabas a los nuevos fármacos se cuantifican en un gasto potencial de 1.542 millones para el Estado
Ana Sánchez
España es un país que se caracteriza por tardar más de la media europea en aprobar las nuevas terapias. Concretamente, 517 días frente a los 133 de Alemania o a los 180 establecidos por ley. Ahora, la Fundación IDIS, ha conseguido cuantificar sus consecuencias sobre el sistema económico y ofrecer algunas soluciones. De acuerdo al informe "¿Qué pasaría si se facilitase el acceso a la innovación farmacéutica?", por cada 10% de incremento del gasto farmacéutico hospitalario per cápita se ahorrarían 52 millones.
El gasto farmacéutico hospitalario per cápita en el año 2021 fue de 178 euros, según datos ofrecidos por el ministerio de Hacienda. Si se le aplica el 10%, supone un aumento del gasto per cápita de 18 euros, que multiplicado por los 47,2 millones que conforman la población española, da lugar a un gasto total de 850 millones. La asociación estima que se recuperaría lo invertido y se obtendría un ahorro de 52 millones.
En un escenario hipotético, la patronal denuncia que las trabas en el acceso a los nuevos fármacos se cuantifican en un gasto potencial de 1.542 millones para el Estado. A su vez, un mejor acceso a la innovación evitaría 4 millones de estancias hospitalarias. "Todos estos retrasos en el acceso ponen en riesgo la salud y el bienestar de los pacientes e incurren en costes sanitarios y no sanitarios que podrían ahorrarse con la incorporación de nuevos medicamentos", explica Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS.
En el informe tildan que el incremento del coste laboral sería otro de los problemas a los que tendría que hacer frente el Estado como consecuencia de las trabas que traen consigo los retrasos. En Holanda cuantificaron que la incorporación de 10 medicamentos innovadores supondría un ahorro anual equivalente al coste laboral de más de 7.000 personas. Si estos datos se extrapolan a España y se asume un salario bruto medio de 30.000 euros al año, el ahorro generado podría ser de 216 millones de euros en total.
En términos de gasto per cápita de medicamentos vendidos al por menor en 2019, Alemania vuelve a encabezar la lista con 46.795 dólares, frente a los 29.554 dólares de España. Para encontrar los datos más optimistas en el territorio nacional habría que recurrir al gasto farmacéutico hospitalario público per cápita, que ha experimentado un aumento medio del 8,3% anual en los últimos 5 años.
El tiempo de disponibilidad de medicamentos innovadores es otro de los problemas que afronta España. La tasa de disponibilidad de medicamentos innovadores en España es del 53% durante el periodo 2017-2020, lo que verifica que España está siete puntos porcentuales por debajo de la media europea. De los 160 medicamentos que se aprobaron en Europa a fecha de 1 de enero de 2022, solo el 31% tienen disponibilidad pública total.
La circunstancia tampoco es ajena a otros impactos como el aumento de la productividad al mejorar la salud de la población y conseguir un mayor bienestar de los pacientes. "La introducción de nuevos fármacos a nivel de vacunación, VIH, enfermedades cardiovasculares, cáncer o hepatitis C ha logrado grandes hitos en la salud de las personas. Por ejemplo, gracias a la vacunación ha desaparecido la enfermedad meningocócica de Navarra o se ha reducido la incidencia de la varicela en un 93% en la Comunidad de Madrid", concluye Villanueva.
Medidas para acortar plazos
En noviembre de 2021, el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, pidió una normativa que acortase los periodos actuales. Sanidad afirmó que impulsaría una norma que permitiese acortar los tiempos entre que una innovación cumple con los ensayos clínicos y se financia por el sistema público.
La patronal de la industria farmacéutica también propone dotar de "mayor claridad, predictibilidad y objetividad a los procedimientos y decisiones de precio y financiación de medicamentos innovadores", así como "establecer un modelo ágil, predecible y eficiente que cumpla el plazo establecido en la legislación y lograr tasas de financiación de nuevos fármacos autorizados más cercanas a las de los países vecinos.