La tecnología de alta presión llega al sector farmacéutico para mejorar la conservación de las terapias
- Los beneficios se traducen en la conservación de productos farmacéuticos, la investigación de nuevas vacunas y terapias o el desarrollo de cosméticos sin aditivos
Ana Sánchez
La tecnología de alta presión (HPP), ya afincada en el sector de la alimentación, está consiguiendo llegar a más áreas. El buen posicionamiento del procesado por altas presiones como solución para la conservación de alimentos y bebidas permite que su aplicación aterrice en el sector de la industria farmacéutica y cosmética. Dentro de este campo, los beneficios que aporta dicha tecnología se traducen en la conservación de productos farmacéuticos, la investigación de nuevas vacunas y medicamentos, así como en el desarrollo de productos cosméticos orgánicos y libres de aditivos.
El uso de las HPP en el sector farmacéutico hace posible aumentar aún más la seguridad de los productos farmacéuticos ya estériles gracias a la inactivación microbiológica tras el envasado. Otra de las posibles aplicaciones incluye el desarrollo de nuevas vacunas empleando bacterias o virus inactivados gracias a que mantienen intacto su poder antigénico. En la actualidad, existen varios estudios sobre el desarrollo de nuevos sueros con patógenos inactivados por presión que han puesto de manifiesto mejoras en su respuesta inmune.
"Las HPP abren grandes oportunidades al desarrollo de nuevas vacunas empleando bacterias o virus inactivados mediante HPP gracias a que mantienen su poder antigénico intacto. Los cambios estructurales en proteínas y enzimas causados por las HPP abren la puerta a la creación de moléculas con nuevas funcionalidades o síntesis enzimáticas de nuevos compuestos", explica el profesor Jorge Saraiva, de la Universidad portuguesa de Aveiro, experto en la investigación de las HPP.
El sector de la cosmética es otra de las industrias que más está apostando por la tecnología. La compañía alavesa Lycolab produce colágeno 100% natural a través de una metodología basada en la deshidratación por congelación y la aplicación de las altas presiones. Esto le permite comercializar productos cosméticos sin conservantes ni estabilizantes, que no contaminan biológicamente y con una vida media de cinco años, sin necesidad de frío o envases opacos a la luz.
El reto pasa por encontrar un proceso industrial que permita obtener biocolágeno de forma respetuosa con el animal y sostenible con el medioambiente. "La respuesta a este dilema lo encontramos en la aplicación de las HPP, que nos permite tener un producto orgánico, hipoalérgénico, limpio y duradero. El biocolágeno es una sustancia que segrega el caracol común de jardín cuando se somete a situaciones controladas de estrés y es de gran interés en cosmética y medicina por sus propiedades regenerativas y antioxidantes sobre la piel humana", explica Beatriz Uralde, CEO y Chief Biologist de Lycolab.
Funcionamiento de la tecnología
La burgalesa Hiperbaric es la empresa que lidera la tecnología que se basa en aplicar altos niveles de presión por el agua, de hasta 6.000 bar, durante unos segundos o minutos. En el sector de la alimentación está consiguiendo inactivar los microorganismos responsables del deterioro de los alimentos y conservar las características nutricionales del producto fresco.
La tecnología da respuesta a la creciente demanda social que reclama productos sin aditivos. La técnica de conservación por presión en frío sustituye los conservantes y colorantes o tratamientos térmico y químico manteniendo sus valores nutricionales y organolépticos. Igualmente, alarga su vida útil permitiendo su exportación a nuevos mercados y contribuyendo a reducir el desperdicio de alimentos.
El sector está en expansión, sobre todo en territorio norteamericano, donde se localiza el 47% del mercado. Europa copa un 25% del mercado global, seguido muy de cerca por Asia, que genera el 16% de negocio. Sudamérica y Oceanía representan cada uno el 5%, y la presencia en África de esta tecnología es testimonial, con un 1% de mercado. "Las nuevas aplicaciones de las HPP nos están permitiendo investigar en otros campos y ver las posibilidades y beneficios que aporta en sectores en los que, hasta la fecha, no habíamos trabajado", explica Andrés Hernando, CEO de Hiperbaric.