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Los sencillos ejercicios que aparentemente pueden hacer las mujeres y los hombres no: la ciencia tiene la explicación
- Todos ellos guardan una misma justificación: el punto de gravedad
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Los retos en redes sociales suelen estar presentes casi siempre, donde se ponen a prueba habilidades de todo tipo. Uno de los tipos más frecuentes son los ejercicios que ponen a prueba las diferencias entre sexos, donde se combinan aspectos como la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad y el ingenio para llevarlos a cabo. En la mayoría de estos, más allá de un tema de sexo, tras ellos están asuntos como la anatomía o la elasticidad.
"Desafío de la silla"
El "desafío de la silla" es uno de los que más se popularizó hace unos meses, el cual consistía en colocar una silla entre la pared y uno mismo e inclinarse hacia delante apoyando la cabeza en la pared. Posteriormente, agarrar la silla con las dos manos y luego ponerse otra vez de pie. Si bien a simple vista parece un ejercicio muy simple, la realidad es que en el caso de los hombres muchos no eran capaces de enderezarse con la silla en las manos.
Los expertos justifican que ocurra esto por un asunto de diferencias en el centro de gravedad entre hombres y mujeres. Mientras que en ellos el centro de gravedad se sitúan la pelvis, justo por encima de la cadera; en ellas está un poco más abajo. Esto se debe a que la pelvis y los muslos de las mujeres pesan un poco más y tienden a tener las piernas más cortas que las del hombre.
"Manos atrás"
Una justificación similar es la que tendría el reto "manos atrás", la cual consiste en arrodillarse, colocar los codos en el suelo a la altura de los hombros y sostener la cabeza entre las manos. Acto seguido, habría que retirar cada brazo y ponerlo detrás de la espalda manteniéndose de rodillas y sin caerse.
"Ejercicio del marco de la puerta"
Por otra parte, el "ejercicio del marco de la puerta" se basa en ponerse en la entrada de una habitación y juntar los dos pies en un lado del marco y dejarse caer con el resto del cuerpo en el lado contrario y abrir las piernas. En esta posición, la persona que lo esté realizando deberá ser capaz de separar su cuerpo del lado en el que lo tenía apoyado con facilidad.
Si bien, aunque la mayoría de estos ejercicios se basan en un tema de diferencias en el punto de gravedad, la realidad es que la elasticidad y el equilibrio también juegan un papel importante. Por esta razón, si se detecta una pérdida de alguna de estas capacidades, los expertos recomiendan llevar a cabo algunos ejercicios con el fin de mejorarlos y evitar el deterioro físico que se produce con el tiempo.