Salud Bienestar

El ejercicio físico que ha sorprendido a los científicos por aumentar la esperanza de vida en varios años: "Es lo mejor para ser feliz y la longevidad"


Raúl González Pérez

Con las lluvias presentes en gran parte del país, son muchos los españoles y españolas que están replanteándose salir de sus casas para hacer deporte. De hecho, hay quienes han cambiado actividades físicas como correr, patinar o el ciclismo, al aire libre, por el gimnasio, la natación o el baloncesto, en entornos cerrados.

Normal, claro está. Ahora bien, hay una disciplina que parece superar -por mucho- al resto en cuanto a sus efectos positivos en la longevidad y por la que habría hacer un pequeño esfuerzo estos día, pese a las malas temperaturas en nuestro país. Es decir, tendríamos que aprovechar los pocos momentos sin lluvia para practicar deportes de raqueta.

En profundidad

Al parecer, tanto el tenis, como el bádminton, el pádel o el tenis de mesa están relacionados con una mayor esperanza de vida. De hecho, según un estudio de 'British Journal of Sports Medicine', quienes practican deportes de raqueta con mucha regularidad tienen un 47% menos de probabilidades de morir.

O al menos esa es la conclusión a la que llegaron varios expertos tras evaluar a más de 80.000 adultos durante nueve años. Un porcentaje bastante más alto que el de la natación durante el periodo de estudio, que tan solo mostró una reducción del 28%.

Más detalles

De todos los deportes de raqueta, el tenis aumenta la esperanza de vida en quienes lo practican en casi diez años (9,7 para ser más exactos). El bádminton queda en segundo lugar con 6,2 años, por delante del fútbol (4,7), ciclismo (3,7) y natación (3,4). No es solo el mejor para la longevidad, también para ser feliz.

¿Y dónde está la clave? Pues bien, en que los deportes de raqueta son una combinación perfecta de ejercicio anaeróbico y aeróbico. Los esfuerzos rápidos e intensos alternados con periodos de recuperación hacen que el corazón y todos los vasos sanguíneos se fortalezcan.

A tener en cuenta

Y no solo eso: también se mejoran las capacidades físicas y cognitivas. Mediante la coordinación física y mental, por si esto fuera poco, mejoran el equilibrio y la agilidad, los reflejos, la concentración y la agudeza mental. Por último, se movilizan casi todos los músculos del cuerpo, desde las piernas hasta los hombros.