Belleza

El remedio infalible para eliminar las ampollas de los pies en tiempo récord: hay riesgo si no se curan bien


Víctor Ruiz

Uno de los principales problemas en los meses de verano se nota en los pies, ya sea por hacer turismo o salir a correr para no perder el ritmo. Y es que las ampollas en esta zona suponen una lesión dérmica muy molesta que en la mayoría de casos termina en un problema doloroso si no se trata correctamente.

La fricción y el aumento de la temperatura son el caldo de cultivo perfecto para que proliferen las ampollas, sumado al estreno de calzado muy ajustado o demasiado suelto o el uso de calcetines. Además, el sudor ablanda la piel y facilita que se desprendan las capas superficiales.

El tratamiento ideal: la prevención

Lo cierto es que la mejor manera de cuidarse los pies, tanto para poder caminar bien como para usar calzado como sandalias, es la prevención con la elección de zapatos adecuados para andar o la hidratación correcta de los pies para evitar una lesión.

Sin embargo, si ya se tiene una de estas lesiones dérmicas y una estrategia para que se cure más rápido. Dependiendo del tipo de herida se deben emplear tratamientos distintos.

Qué hacer con ampollas abiertas

Lo primero es limpiar bien la zona con abundante agua y jabón. Sigue desinfectando la zona con clorhexidina, un antiséptico y desinfectante que actúa eliminando el crecimiento de microorganismos como bacterias y hongos.

Luego coloca una gasa o un apósito sobre la herida, pero con cuidado de que la parte adhesiva no se quede sobre la propia ampolla. Es importante que si quedan restos de piel no se arranquen con tijeras, ya que estos sirven como una barrera natural que puede mantener al margen a bacterias y prevenir infecciones de manera natural.

Qué hacer con ampollas cerradas

Lo mejor en estos caso es dejarla cerrada, limpiar la zona y simplemente cubrirla con un apósito. Sin embargo, esto no siempre es una opción ya que puede estar en una zona especialmente molesta.

En el caso de que la zona de la herida tenga un olor excesivamente desagradable o pus, sea muy roja o genere un dolor intenso, es recomendable ir a un especialista para que trate la lesión. Aunque esto no siempre es una opción, por lo que en estos casos puedes encargarte tú mismo.

Con una aguja desinfectada con fuego o bien con alcohol para esterilizar se hacen varios agujeros en la ampolla por distintas partes. Deja que el líquido salga por sí solo sin que se haga presión y luego sigue los procesos de limpieza del lugar, desinfección con clorhexidina y cubrir la zona con un apósito.

Tres remedios para acelerar la curación

Lo mejor para que se curen bien es la higiene, la protección y el tiempo, pero si corre prisa para que se cure hay otros métodos que los especialistas apuntan como muy efectivos para tratar las heridas de este tipo. Aunque hay que tener cuidado si la herida está abierta y muy fresca:

  • Apósitos hidrocoloides. Se pueden usar tanto en ampollas abiertas como cerradas. Son especialmente recomendables porque mantienen la herida húmeda, protegida del roce y de bacterias.
  • Productos con rosa mosqueta. Esto puede ayudar a la cicatrización y regeneración celular, pero nunca se debe aplicar sobre la herida fresca abierta porque es oleoso y podría atrapar bacterias. Es mejor cuando la ampolla ya ha empezado a cerrar o está en fase de piel nueva.
  • Extracto de centella asiática (blastoestimulina). Al igual que la rosa mosqueta este producto favorece la regeneración y la producción de colágeno, pero no hay que ponerlo directamente sobre herida abierta.