Salud Bienestar

España frena los acuerdos de pagos por resultados para financiar la innovación

  • Recurre a techos de gasto y de coste máximo por paciente que comprometen la entrada de terapias avanzadas
  • La sanidad española es, tras Italia, en el sistema que más condiciones especiales impone en los nuevos fármacos
El área terapéutica donde se utilizan con mayor frecuencia los acuerdos de financiación condicionada es oncología

Belén Diego, Juan Marqués

España es, tras Italia, el país de la UE que más ha ligado el acceso de los pacientes a las nuevas terapias innovadores al pago por resultados, una fórmula que, sin embargo, está en retroceso desde 2023.

Un análisis de los distintos sistemas aplicados para costear los nuevos medicamentos presentado en las XLIV Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud (AES) revela que los acuerdos condicionados de financiación, que incluyen techos de gasto, acceso compasivo, precio volumen o pago por resultado, entre otras fórmulas, se ha multiplicado por cinco en los últimos siete años. La sanidad española es, después de Italia y Francia, la que más ha recurrido a este tipo de compras, con 591 acuerdos identificados sometidos a condiciones especiales de autorización. Sobre todo, se trata de contratos puramente financieros (67%), mientras el 33% restante se basan en acuerdos basados en los resultados clínicos de los tratamientos aprobados, según el análisis de los modelos de pago en Europa realizado por David Duró, de Lyfegen Healthtech.

España hizo un uso cada vez más extendido de este modelo de pago por resultados hasta 2023. A partir de este año, esta tendencia se frena y retrocede. "Desde entonces hemos observado un despegue claro de los techos de gasto y de coste máximo por paciente, limitando los acuerdos a una base financiera, más que a resultados en salud", señala este experto.

El recurso a estos mecanismos de financiación está cada vez más extendido. De los 55 medicamentos aprobados en 2024 por España, 46 obtuvieron una autorización de financiación condicionada, de los que solo tres en acuerdos fueron de pagos por resultado, según datos presentados por Isabel Pineros, directora de acceso de Farmaindustria.

La carga administrativa creciente que implican los acuerdos basados en resultados podría explicar este retroceso. A juicio de David Duró, "esta tendencia podría estar frenando la entrada de terapias innovadoras, al basarse solo en criterios financieros". También advierte que "con el pipeline de las terapias avanzadas de alto coste y alta incertidumbre que se avecinan en los próximos años, el Ministerio tendrá que replantear la estrategia".

El área terapéutica donde se utilizan con mayor frecuencia es oncología, seguida por enfermedades metabólicas, sistema nervioso central y dermatología. Si bien se está dando la espalda a estos acuerdos de financiación, la complejidad de los nuevos medicamentos en investigación y la proliferación de terapias avanzadas para enfermedades poco frecuentes permite aventurar, en opinión de este experto, una activación de los esquemas de riesgo compartido, fundamentalmente de los modelos de pago por resultados.

Pago por resultados

En este tipo de acuerdo, los pagos se ajustan al éxito del medicamento medido en actividad de la enfermedad, reducción del tamaño de tumores u otros parámetros definidos por especialistas después de que la terapia se haya autorizado.

Aunque la experiencia de España en estos esquemas es amplia, Duró cree que será necesario dotarse de nuevas herramientas tecnológicas para gestionarlos, pero en su lógica, "la innovación terapéutica tiene que ir acompañada de innovación en la gestión".

Otro de los factores que frena el acceso de los pacientes a las nuevas terapias son las sucesivas evaluaciones realizadas por parte de las autoridades europeas, los informes nacionales y regionales e incluso en hospitales individuales o grupos hospitalarios. La aplicación del nuevo reglamento sobre Evaluación de Tecnologías Sanitarias, que entró en vigor en enero de 2025, debería ayudar a las autoridades nacionales a tomar decisiones más informadas sobre la fijación de precios y reembolso.

Esta armonización puede ser un proceso positivo para la incorporación de la innovación, por ejemplo, en el caso de países pequeños, que podrán aprovechar la evidencia científica generada a nivel europeo, a juicio de los expertos de la AES que participaron en un debate moderado por Juan Carlos Rejón, investigador de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía.

Falta de recursos para gestionarlos

Carlos Martín Saborido, director de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) del Instituto de Salud Carlos III, considera que "existe una falta de recursos suficientes para gestionar los modelos innovadores de financiación", si bien reconoce que se están dando los pasos necesarios desde el punto de vista de la organización para que puedan aplicarse. De momento, en su opinión, "lo más práctico es negociar un buen precio", aseguró en un reciente encuentro organizado por Bioinnova Consulting sobre estrategias de financiación de medicamentos.

Martín considera, no obstante, que se pueden poner en marcha más acuerdos innovadores, "siempre que se cuente con más recursos para gestionarlos". "Teniendo en cuenta que vamos a tener informes clínicos, sería un desperdicio no utilizarlos para esquemas de financiación más elaborados", asegura. En cualquier caso, defiende la necesidad de "medir el valor de lo que estamos introduciendo en el sistema, medir su valor para tomar decisiones más eficientes".

Marisa Nicieza, coordinadora de farmacia en la dirección general de planificación sanitaria de la Consejería de salud de Asturias, opina que "el sistema está dando pasos; tenemos acuerdos de riesgo compartido para enfermedades raras, pero estamos lejos de una implantación estructural", y apunta a la financiación condicionada, los techos de gasto y el riesgo compartido como estrategias para evitar frenos en el acceso a la innovación.