Salud Bienestar

La industria farmacéutica busca captar fondos del gasto europeo en defensa

  • Bruselas acelera para asegurar el suministro de fármacos y romper la dependencia de Asia

Juan Marqués, Alicia Sánchez

La industria farmacéutica quiere jugar su propio papel en la estrategia de defensa europea y aspira a captar fondos del futuro paquete de defensa de la UE.

Tanto la EFPIA y Vaccines Europe, que representan a los laboratorios innovadores del continente, como Medicines for Europe, la patronal del sector de medicamentos genéricos, quieren hacer valer el peso estratégico del sector como fabricantes de bienes esenciales. "Los planes de gasto en defensa de la UE deberían respaldar la Ley sobre Medicamentos Esenciales para fortalecer el suministro de medicamentos críticos en Europa", sostienen desde la patronal EFPIA en el marco de la nueva regulación que debe ofrecer más autonomía estratégica a Europa. La inmunización de la población o las estrategias nacionales de prevención y salud pública son otras medidas que el sector consideran claves para aumentar "la seguridad y la resiliencia sanitarias", añaden.

Por su parte, los fabricantes de medicamentos genéricos también abogan por la creación de un "fondo europeo específico" para la fabricación de medicamentos críticos, definidos así por la gravedad de la enfermedad o la disponibilidad de medicinas alternativas.

Piden, para ello, una financiación más flexible de ayudas regionales para apoyar las inversiones en producción en toda la UE. "La realidad geopolítica actual es incierta y la UE debe tomar medidas audaces para asegurar el suministro y la fabricación de sus medicamentos", afirmó el CEO de Medicines for Europe, Adrian van den Hoven.

Ambas patronales sintonizan así en un momento en que Europa se prepara para fortalecer su cadena de suministro de medicamentos cinco años después de la pandemia de Covid-19 y en un contexto de máxima incertidumbre geopolítica. Bruselas aceleró el pasado martes la tramitación de la Ley sobre Medicamentos Esenciales, una norma que pretende reducir la dependencia externa de medicamentos y principios activos para garantizar el suministro de medicamentos asequibles a toda la población con el concurso de los laboratorios.

Precisamente, la ministra de Sanidad de España, Mónica García, junto a sus homólogos de diez países de la UE -Alemania, Bélgica, Portugal, Grecia, Chequia, Lituania, Estonia, Letonia y Eslovenia- se han alineado para alertar de la "vulnerabilidad" europea y reclamar que el suministro de medicamentos se integre "en la nueva estrategia europea de defensa para fortalecer al continente frente al nuevo contexto geopolítico y el acercamiento de Estados Unidos a Rusia", según la carta abierta publicada en Euronews, recogida por Europa Press.

Condiciones de las 'farma'

La patronal de los medicamentos innovadores ha marcado el terreno y las condiciones para garantizar el objetivo de suministro sin comprometer el acceso de los pacientes a los medicamentos.

Las compras públicas colaborativas de fármacos por parte de los Estados miembros que propone la Comisión Europea están en el punto de mira del sector y serían un arma de doble filo. Los laboratorios temen que se apliquen más allá de las circunstancias excepcionales a las que responde la regulación. Por ello, reclaman definir bien los límites de una medida que, de generalizarse, según aseguran, entrarían en conflicto con los mecanismos nacionales de fijación de precios y reembolso de los medicamentos que fijan y es competencia de cada Estado miembro.

Otro de los puntos de la ley que chirría a las farmacéuticas son las nuevas obligaciones de información recogidas en el proyecto. El Sistema Europeo de Verificación de Medicamentos ya ofrece información puntual sobre el número de envases de todos los productos con receta que se suministran en el mercado europeo, según argumentan. Ir más allá supondría añadir burocracia y "duplicar" los actuales requisitos de notificación.

Reig Jofre, laboratorio español que se dedica a la producción de antibióticos en su planta de Toledo -terapias esenciales para la UE-, teme que la normativa se convierta en un mecanismo para dotar de "excesiva burocracia" a la producción. No obstante, reconoce los esfuerzos de las administraciones, tanto españolas como europeas, pero insta a modificar los precios de referencia, que "han quedado anticuados", provocando "la necesaria concentración de volúmenes en pocos productores mundiales". "Por lo tanto, todo el ahorro de unos pocos céntimos lo hacemos a costa de perder la autonomía estratégica en caso de posibles conflictos y problemas geoestratégicos", declara a este periódico su CEO, Ignasi Biosca.

Los fabricantes de medicamentos genéricos también celebran la nueva regulación como un "hito importante" para garantizar una "mayor autonomía estratégica" en Europa, pero ponen el foco en abordar las causas económicas e industriales de la escasez de medicamentos en Europa.

Coinciden que uno de los aspectos más controvertidos son la política de precios y de compras públicas. La patronal del sector de fármacos sin patente reclama su reforma y la inclusión de criterios de calidad en las licitaciones y reformas de los mercados nacionales más allá del precio.

Abogan, igualmente, por la cooperación entre la UE, los Estados miembros y la industria farmacéutica para mejorar la competitividad en la producción de medicamentos y principios activos.

Un aspecto esencial para Medicines for Europe es promover la solidaridad europea en la creación de reservas estratégicas de medicamentos para garantizar que el acceso de los pacientes a los medicamentos tenga prioridad sobre el acaparamiento en caso de escasez de medicamentos.

Si bien la UE es el mayor exportador de medicamentos terminados, el 60-80% del suministro farmacéutico de principios activos a Europa depende de Asia, especialmente de China e India, según datos de Medicines for Europe. Se trata de una tendencia que se ha acentuado en las últimas décadas. En 2000, más de la mitad de los fabricantes de sustancias activas tenían su sede en Europa, mientras que en 2020 esta cifra se redujo al 33% (236 de 717), según un estudio de ProGenerika.