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La doctora Federica Moffa (Fertilab): "Cada vez nos encontramos con más parejas que desconocían ser portadores de alguna mutación genética"

Pareja de pacientes que consultan con el médico. Firma: iStock

elEconomista.es

Gracias a introducir pruebas diagnósticas en tratamientos de reproducción asistida, Fertilab ha reducido un 90% los riesgos de transferencia de embriones con problemas genéticos.

La directora médica de Fertilab Barcelona, la doctora Federica Moffa, afirma: "Cada vez nos encontramos con más parejas que desconocían ser portadores de alguna mutación genética que podría afectar a sus hijos. Con estos tests podemos identificar esos riesgos de manera temprana y ofrecer opciones seguras durante su tratamiento".

La experta asegura que "se estima que una de cada 25 personas es portadora de alguna enfermedad genética recesiva, como la fibrosis quística o la sordera". El problema es que no presentan ningún síntoma y las personas no son conscientes del riesgo que esto implica al formar una familia.

Por ello, los tests genéticos de portadores tienen como objetivo analizar a los futuros padres y determinar si existe riesgo de transmitir ciertas enfermedades a sus hijos. La genética reproductiva está marcando la diferencia en el diagnóstico genético de los embriones antes de ser implementados en el útero. Gracias a esto, se evita la transferencia de embriones con anomalías cromosómicas y se evitan embarazos que puedan resultar en abortos espontáneos o nacimientos con malformaciones.

En Fertilab ha puesto tests genéticos con el que garantizan el nacimiento de un niño sano tras tres ciclos de tratamiento: "Con el diagnóstico genético preimplantacional, no solo aumentamos las probabilidades de éxito, sino que también evitamos que las parejas enfrenten la tristeza de un aborto espontáneo o el estrés de un diagnóstico complicado durante el embarazo", explica la experta.

En el proceso, se realiza una biopsia a los embriones en fase de blastocito, alrededor del día cinco o seis de su desarrollo, para identificar anomalías cromosómicas. Así se implantan aquellos embriones sin defectos detectados para aumentar las posibilidades de éxito.

Esto no elimina los posibles riesgos del todo pero reduce las posibilidades de transmisión de enfermedades conocidas.