Salud Bienestar
Acude al médico por un dolor de cabeza y le dan 12 meses de vida
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elEconomista.es
James Greenwood es un hombre de 42 años que reside en Gales que comenzó a sufrir mareos y dolores de cabeza "constantes". Los médicos le dijeron que sus dolores de cabeza y mareos se debían probablemente a la deshidratación o a una migraña, pero le dieron entre 12 y 18 meses de vida tras diagnosticarle un cáncer cerebral terminal.
Todo empezó un día mientras charlaba con su cuñado. "Mi visión se tambaleaba un poco y necesité sentarme un rato", detalló el protagonista al medio PA Life. "Siempre había tenido buena salud, así que pensé que era algo inusual".
Decidió pedir cita con su médico de cabecera y le dijeron que sus síntomas podían estar relacionados con la deshidratación y que podría tener pendiente una revisión oftalmológica al usar gafas y estar muchas horas delante del ordenador.
Greenwood se sometió a un análisis de sangre y a un electrocardiograma que le midió la actividad eléctrica del corazón. Más adelante, tuvo un "episodio inusual" en Mánchester, "caminaba por la ciudad y fue como una experiencia extracorpórea: todo a mi alrededor se ralentizaba, lo que me preocupó", explicó.
Ese mismo día, pidió cita con su médico de cabecera y este le dijo que eran síntomas propios de una migraña. "Nunca había padecido migrañas, así que era escéptico", explica Greenwood. "Al igual que en la primera cita con el médico de cabecera, insistí en que me hicieran algún tipo de escáner; tal vez fuera un sexto sentido o algo así, pero yo sabía cómo me sentía y lo que más quería era tranquilizarme".
Le recetaron medicación para aliviar la migraña y le dijeron que pidiera otra cita al final de la semana si no había surtido el efecto deseado. Sin embargo, a la semana, Greenwood se despertó sobre las cinco de la mañana con un "fuerte" dolor de cabeza que le hizo acudir a urgencias, y tras solicitar "insistentemente" un TAC, le descubrieron una masa del tamaño de una nuez en el lóbulo temporal derecho del cerebro.
A las dos semanas, fue sometido a una intervención quirúrgica para extirparle el tumor, y recibió la noticia de que se trataba de un glioblastoma de grado cuatro, la forma más agresiva de cáncer cerebral, con un pronóstico de entre 12 y 18 meses. "Hay días en los que tienes que pellizcarte y preguntarte si esto está ocurriendo realmente", afirma Greenwood.
Después de seis semanas de quimioterapia y radioterapia, Greenwood está esperando para ver si el tratamiento ha mejorado su pronóstico, antes de empezar un tratamiento más intensivo de quimioterapia a finales de octubre. "Creo que todo el mundo es probablemente culpable de dar por sentada a la gente, a tus seres queridos, amigos, familia, pero ha tenido el efecto de reconectarme con ciertos viejos amigos, creo que ha acercado a la familia. Altera tu perspectiva y es un poco tópico, pero intentas saborear cada momento".