Retail - Consumo
Así sortean los aranceles de Trump Freixenet, Torres, Codorníu y Valdemar
- Estados Unidos importó vino español por valor de 286 millones en 2023, según el OeMv
- La Junta compromete 42 millones para reforzar la proyección internacional del vino
Ángela Corao
El vino español se mantiene activo en el mercado estadounidense, que en 2023 absorbió más de 286 millones de euros en exportaciones vinícolas desde España, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv). Sin embargo, la incertidumbre comercial, los aranceles y los retos logísticos han impulsado a algunas bodegas a establecer producción directa en suelo norteamericano. Bodegas Torres, Valdemar, Freixenet y el grupo Codorníu ya operan instalaciones vinícolas propias en Estados Unidos desde hace años, apostando por el modelo de "bodega local" para reforzar su presencia y sortear futuras barreras arancelarias.
Bodegas Torres: integración ecológica en California
La histórica Bodegas Torres, con sede en Vilafranca del Penedès, fue pionera en implantar su modelo productivo fuera de España. La compañía estableció Marimar Estate en el condado de Sonoma (California) en 1986, cuando aún no se vislumbraba el actual escenario proteccionista global.
La bodega californiana, gestionada por Marimar Torres —hija del empresario Miguel A. Torres—, produce pinot noir y chardonnay (dos clásicos de vino), bajo criterios ecológicos.
Desde 2003 cultivan ecológicamente ambos viñedos, certificando el conjunto en 2006 con CCOF. La bodega, inaugurada en 1992 con capacidad para 180.000 botellas, integra técnicas mediterráneas adaptadas al clima californiano, como densidades altas de plantación y prácticas biodinámicas desde 2010.
Esta apuesta permite a Torres no solo diversificar su portafolio, sino también garantizar acceso preferente al mercado estadounidense, mitigando riesgos arancelarios como los aplicados en 2019 tras el conflicto Airbus-Boeing —disputa comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos por las subvenciones a Airbus y Boeing, que derivó en aranceles a productos europeos como el vino—.
Actualmente, Marimar Estate produce entre 8.000 y 10.000 cajas al año, exportadas a más de 40 países, incluyendo EE.UU. y España, y combina Chardonnay, Pinot Noir, Albariño, Godello, Tempranillo y Syrah en tiradas boutique (100–200 cajas). El grupo cerró 2023 con unos ingresos globales de 290 millones de euros, según su informe anual, y mantiene presencia comercial directa en más de 150 países.
Valdemar Estates: Rioja en Washington
En 2019, Bodegas Valdemar, de origen riojano y con cinco generaciones de historia, dio un paso inédito —con una inversión de aproximadamente 20 millones de dólares (unos 16 millones de euros)— al convertirse en la primera bodega no estadounidense de Washington State Wines que inauguraba una filial productiva en EE.UU. Ubicada en Walla Walla, en el estado de Washington, Valdemar Estates combina la experiencia vitivinícola española con el potencial del terroir norteamericano.
La decisión estratégica estuvo motivada por la amenaza arancelaria impuesta por la administración Trump. En concreto, los aranceles del 25% al vino tranquilo procedente de España —como consecuencia del litigio Airbus-Boeing— aceleraron los planes de internacionalización de la familia Martínez Bujanda, propietaria de la bodega.
Jesús Martínez Bujanda, director general del grupo, se trasladó a Estados Unidos para liderar el proyecto local, mientras que su hermana Ana Martínez continuó al frente de las operaciones en España. El objetivo se encontraba en reducir la dependencia de las exportaciones y asegurar una presencia directa en el mercado estadounidense.
La bodega elabora vinos con variedades autóctonas e internacionales, como garnacha y syrah. Su presencia local ha facilitado una conexión más directa con el consumidor estadounidense y evita la dependencia de las exportaciones, cada vez más expuestas a la volatilidad geopolítica.
La producción anual global de Valdemar supera los 1,8 millones de botellas, con un 75% destinado a exportación y presencia en 55 países. Según datos de la propia empresa, el mercado americano representa ya más del 20% de su facturación total. Desde Walla Walla se elaboran unas 50.000 botellas al año, entre ellas una línea propia inspirada en Rioja pero adaptada al carácter de los viñedos locales.
Cava catalán en California
La industria del cava fue de las primeras en asentarse en Estados Unidos, concretamente en California. Freixenet se estableció en el valle de Sonoma, en los años 80, gracias a José Ferrer, que le puso a las bodegas el nombre de Gloria Ferrer. Pocos años después, en 1991, Codorníu fundó inicialmente Codorníu Napa, invirtiendo 30 millones de dólares (aproximadamente 27 millones de euros), y lo reconvirtió en Artesa Winery en 1997, añadiendo otros 20 millones en mejoras y adquisición de viñedos en Napa y Sonoma.
La producción anual de Artesa oscila entre 60.000 y 80.000 cajas, con uvas procedentes de Carneros AVA, Alexander Valley y Atlas Peak AVA. El vino permanece disponible tanto en la tienda de la bodega como en distribución nacional en EE.UU.
La estrategia de ambos se basa en una inversión cuantiosa, una producción de variedad española adaptada al terroir californiano —condiciones naturales del clima y del suelo que influyen en el carácter del vino californiano— y en la consolidación de una marca global con enoturismo integrado.