Retail - Consumo

Un doble golpe amenaza al imperio global del vino español: dos de los tres mayores mercados levantan un muro arancelario

  • El sector lleva meses alertando de las medidas de EEUU
  • Reino Unido introduce un impuesto al vino tinto que ha hundido las ventas españolas
  • El sector exterior representa más del 95% de su facturación 
Viñedo en la Rioja (Dreamstime)

Álvaro Moreno

El vino español se preparaba para un duro golpe. EEUU se ha perfilado como su principal objetivo en cuanto a valor y crecimiento potencial y los aranceles amenazan con sacarlos del mercado. Sin embargo, pese a que todas las preocupaciones se centraban en la batalla contra el vino californiano en los estantes de la nación norteamericana, se ha abierto otro frente inesperado que está sacudiendo su balance exterior. Reino Unido, su tercer gran mercado, se ha caído por una nueva normativa fiscal que ha provocado un descenso drástico de las exportaciones al país.

Para entender la importancia de esta situación, si bien en 2024 Alemania fue el gran mercado exterior del vino español con 376 millones de euros, según datos de la Cámara de Comercio, este es inmediatamente seguido por EEUU (334 millones) y Reino Unido (313 millones). Por lo tanto, estamos hablando de que un 21,6% de todas las ventas al exterior de España están en peligro serio.

Pero, volviendo al país británico, el muro que se ha levantado al vino español es claro. El 25 de febrero el nuevo gobierno introdujo una ley de aranceles al alcohol de mayor graduación. Cualquier país que supere cierto nivel tendrá que afrontar unos gravámenes del 20%. El vino que más se vende desde España en territorio inglés es el rosado que supera la graduación del 12,5% que entra dentro de la restricción. El resultado es que solo en los cuatro primeros meses de 2025 las exportaciones españolas a este país se han desmoronado un 7,5%.

José Luis Benitez, general manager de la Federación Española del Vino (FEV) explica en declaraciones a elEconomista.es que el grueso de la caída se explica por esta nueva normativa. "El incremento del 20% supone un verdadero mazazo, las caídas en las exportaciones son innegables". Detrás de las mismas, explica Benítez, está el hecho de que ciudades como Londres suponen un mercado realmente competitivo donde "con unos precios ajustados un arancel del 20% te expulsa".

Desde la FEV defienden que esta subida arancelaria "es totalmente discriminatoria" ya que discrimina a productos concretos por encima de otros, creando una asimetría. Sin embargo creen que ya no hay marcha atrás y que afectará de forma continuada a las cifras de ventas de España. "Tocará convivir con esto, será la nueva realidad, no vemos probable que haya cambios a través de una negociación o con una relajación de esta legislación".

El acopio de EEUU se acaba

Además, explican que esto ha podido no notarse de forma crítica porque ha habido un incremento de las exportaciones a EEUU. El primer trimestre de 2025 estas crecieron un 8% en valor y un 15% en volumen. Detrás de esto está, según Benítez, el efecto acopio que han generado los aranceles. Ante la llegada de los gravámenes los comercios han llenado sus stocks al máximo posible para evitar verse afectados. Sin embargo, esperan que ya mismo este mercado empiece a caerse.

"Se ha generado una gran incertidumbre. Lo que ha pasado en Reino Unido llega en un muy mal momento porque también estamos viendo afectado a nuestro principal cliente, EEUU, que es donde podemos vender más caro", comentan desde la FEV. "No sabemos qué va a pasar, si hay un arancel del 10% solo, puede ser asumible, pero realmente con la competitividad de EEUU es muy fácil que se nos eche del mercado y se ha invertido mucho en lograr una buena posición".

Es por ello que expresan particularmente su preocupación tras lo ocurrido en la cumbre de la OTAN donde Trump amenazó con "obligar a España a pagar con aranceles lo que no han querido hacer en la Defensa", según dijo Trump. En ese sentido la patronal del sector teme que puedan verse afectados por la situación.

En un comunicado previo, desde la FEV explicaban que un arancel del 20% a productos de la UE, que es una de las medidas que estaban sobre la mesa, serían letales para el sector y pondrían en riesgo la práctica totalidad de las exportaciones. El motivo es que la gran mayoría de los exportadores españoles no son grandes corporaciones, sino bodegas pequeñas. "El 99% del tejido productivo son pymes, que tienen una menor capacidad de diversificar sus exportaciones".

El imperio global del vino español

Con todo España ha logrado una posición dominante en el mercado mundial del vino. A pesar del tamaño del país, se trata del tercer mayor exportador del planeta en valor y el primero en volumen superando a Italia y a Francia, los grandes rivales. Si bien el volumen de exportación de España ha venido cayendo los últimos años, la realidad es que el valor se ha incrementado con fuerza aupado principalmente en una apuesta decidida por los mercados de mayor valor añadido, principalmente EEUU donde se ha crecido mucho, pero también Reino Unido y otros como Alemania o Francia.

Que se vean afectados dos mercados clave como son estos supone una amenaza existencial para una industria que lo ha apostado todo a vender al exterior y que tiene el gran desafío de reubicar esa clientela perdida. Estamos hablando según los últimos datos de la FEV de que el sector exterior representa un 93,5% de toda su facturación. Además el sector vinícola es un elemento clave para la economía española, representando cerca del 1,9% del PIB.

De cara al futuro Benítez explica que buscarán aliviar el doble golpe que se ha sufrido con Reino Unido y EEUU gracias a una apertura a otros mercados. "Para nada se trata de algo sustitutivo pero tenemos que avanzar en otros lugares como estrategia, en particular en MercoSur. Un mercado de 300 millones de personas como es Brasil no es algo que se pueda desechar y hay un gran margen de crecimiento, aunque también tienen aranceles": Por su parte, señalan que "se abre una cierta oportunidad con otros países enfrentados a los aranceles de EEUU, en particular Canadá, donde están intentando recurrir al vino europeo para depender menos del californiano".