Retail - Consumo

El gigante canadiense que nadie quiere: la compra de 7-Eleven amenaza con crear un monopolio en EEUU

Logo de 7-Eleven en una carretera de EEUU. Foto: iStock

Víctor Ventura

Una firma canadiense compra a una japonesa... y crea un monopolio en EEUU. Parece un chiste, pero es el miedo que ha provocado la oferta de adquisición amistosa de 7-Eleven, la principal cadena de tiendas de alimentación de EEUU y Japón, por parte de la canadiense Alimentation Couche-Tard (ACT). Si la compra sale adelante, el resultado sería un gigante que casi multiplique por 9 en número de tiendas en EEUU a su rival más cercano. Los perritos calientes y las latas de refresco para merendar tendrían un dominador absoluto en Norteamérica.

Hace dos semanas que la canadiense lanzó la oferta por la firma japonesa. 7-Eleven fue fundada en Texas, pero se convirtió en un icono nacional de Japón tras su aterrizaje en la isla tras la II Guerra Mundial. Cuando la matriz americana quebró en 1991, la filial japonesa volvió las tornas y se convirtió en la accionista mayoritaria del grupo, rescatando a la firma con una inyección millonaria que le llevó a quedarse con el 70% de las acciones. El poder voló de Texas a Tokio, y la imagen de 7-Eleven como una firma principalmente japonesa se reforzó.

Pero la realidad es que la cadena seguía teniendo un enorme poder en EEUU, con 9.402 establecimientos en todo el país en las que millones de personas pasan cada día a comprar comida preparada, snacks, sándwiches, patatas fritas o refrescos. La cifra aumentó notablemente al sumar de golpe más de 3.000 locales en 2021, con la compra de Speedway. Las autoridades de competencia, sin embargo, no tenían nada de qué preocuparse: su principal rival, Circle K, tiene 7.230 tiendas, una cifra bastante cercana y que garantiza una batalla permanente entre ambos. O eso se pensaba, hasta hace dos semanas.

La sorpresa llegó cuando ACT, dueña de Circle K, anunció su oferta para comprar 7-Eleven. El anuncio ya ha provocado tensiones en Japón, donde la firma objeto de la oferta ha solicitado al Gobierno nipón "protección" para garantizar que la icónica cadena siga teniendo su sede central en Tokio y no vea el poder cruzar el Pacífico de nuevo, esta vez hacia Quebec.

Sin embargo, el efecto más importante se vería en Norteamérica, donde la fusión de las dos dominadoras del sector de las tiendas de alimentación crearía un gigante: la nueva compañía tendría más de 22.000 tiendas sumando EEUU y Canadá. Y, tras devorar Speedway, el siguiente rival al gigante7-Eleven/ACT sería Casey's, una firma limitada al medio oeste y al sur de EEUU, con unas 2.500 tiendas. Un enano que dejaría casi sin competencia al 'monstruo' canadiense.

En los últimos años, las autoridades de la competencia de EEUU están muy activas, aunque han preferido centrarse en las firmas tecnológicas: Google ha sido su última víctima, y está a la espera de descubrir cuál será la condena que le impongan los tribunales tras haber quedado demostradas sus "prácticas monopolísticas" en el sector de las búsquedas en internet.

ACT ya ha sufrido un revés internacional: en 2021, la firma intentó devorar a la francesa Carrefour, pero el Gobierno de Emmanuel Macron vetó la compra alegando un riesgo para el suministro de comida. Al final, la firma canadiense parece haber decidido que EEUU es más fácil de contentar: según explicaron fuentes de compañía al Financial Times, creen que la operación podría salir adelante a cambio de la venta de unos 1.000 locales. La pregunta es si será suficiente para el próximo Gobierno estadounidense, al que esta fusión le puede caer sobre la mesa como regalo de bienvenida.